Después de ver Arrival me sentí casi que obligado a buscar el autor del cuento original en que la película está basada y para mi sorpresa, me encontré con una antología de cuentos brillantes, de esos que te hacen parar la lectura y contemplar las ideas que la narración sugiere.
Puede que la prosa de Ted Chiang no sea la más elegante o pomposa, pero es evidente que gracias a su simpleza puede enganchar al lector en una historia interesante, montada en conceptos complejos propios de la ciencia ficción especulativa.
Algunos cuentos recuerdan a la genial Black Mirror, y otros se permiten jugar con los códigos de la ciencia ficción, dejando en claro cuáles son los verdaderos lenguajes de este género.
Puede que la prosa de Ted Chiang no sea la más elegante o pomposa, pero es evidente que gracias a su simpleza puede enganchar al lector en una historia interesante, montada en conceptos complejos propios de la ciencia ficción especulativa.
Algunos cuentos recuerdan a la genial Black Mirror, y otros se permiten jugar con los códigos de la ciencia ficción, dejando en claro cuáles son los verdaderos lenguajes de este género.