En el último
día del carnaval de las artes Simón Mesa presentó el cortometraje Leidi con el
que ganó la prestigiosa palma de oro de Cannes y estableció un precedente para
el cine colombiano. El evento consistió en la proyección del corto, seguido de
una entrevista que dejo mucho que desear, pero que sin embargo pudo dejar entrever
las ideas que el cineasta plasmo en la obra.
Leidi
es la historia sobre una madre adolescente en busca de su novio del que no ha sabido
nada en varios días. En 16 minutos, la protagonista recorre un barrio de Medellín,
con su bebe en brazos y tiene diferentes encuentros con personajes que hacen parte
del común imaginario de este tipo de comunidad y que la ayudan con información
sobre el paradero de su novio.
Para
poner en contexto: el jurado del pasado festival de Cannes fue precedido por el
celebrado cineasta Abbas Kiarostami. No era difícil dejar de tener de
referencia al director mientras la proyección del corto, ya que las similitudes
estéticas eran claras. Una puesta en escena sobria, pero tremendamente
narrativa y una narración minimalista y concentrada en los personajes, hacía
que los símiles entre ambos directores saltaran a la vista. Sin quitarle una
pisca de mérito a Leidi, creo que parte de la razón de su triunfo en Cannes
tuvo que ver con una apelación a las sensibilades del jurado. Si bien Mesa
aclaró que no tuvo una influencia específica para el filme (pregunta que le hice
yo), el corto hace remembranza al estilo de Kiarostami. Para el que haya tenido
contacto con el director, podrá darse una idea de lo que se trabajó en el
corto.
El
esfuerzo cinematográfico que vemos Leidi deja sus frutos. Simón Meza establece
un estilo, una idea, y le da propósito a los diferentes aspectos de la producción.
Es innegable que es un triunfo para el cine criollo. Existe un retrato sobre un
aspecto muy dañado dentro de la sociedad colombiana, pero al mismo, es
trabajado de manera que alcanza un estatus de universalidad, que todo el mundo
puede sentir. La simple historia que se narra en Leidi forma un microcosmos en
donde se conglomeran temas sobre la pobreza, la sexualidad temprana, la falta
de recursos y el abandono social y personal-afectivo.
Tomada con Nokia 1100 |
La
palma de oro es un premio bastante prestigioso y totalmente celebratorio, pero
es triste ver como los medios de comunicación colombianos solo centran en ese
aspecto. Preguntas como ¿Qué se sintió haber ganado el premio? ¿Qué se siente
estar con los grandes? Alejan tanto al público de las razones reales por las
que se celebra un corto como este. Ese fue un fracaso en el evento del Carnaval
de las Artes y de cualquier medio que siga su ejemplo. Este tipo de cine se
debe a preciar, con premio o sin premio.
Solo
queda esperar que esto abra más puertas a realizadores colombianos y que se
tomen en serio la idea de contar una historia de una manera particular y única.
Leidi no es la panacea cinematográfica (es difícil lograrlo en un corto) pero
es muy buena, es el verdadero cine colombiano que se debería resaltar, y cuando
tenga la oportunidad, deberían ver.
Aciertos:
ResponderBorrar1) El tratamiento del embarazo adolescente
2) La Atmosfera
Desaciertos:
1) El guión
2) El mismo contexto de miseria del que no ha podido salir el supuesto "cine colombiano" que es más bien un cine para los europeos (y con inversión europea su gran mayoría) que se mastuban viendo pobres.