Ya van a ser más de dos años desde que Dredd fue estrenada. Una relativa pequeña producción de DNA Films que tristemente no alcanzo a recuperar su inversión en las taquillas. Esto no solo se volvió una frustración para los productores en aquel entonces, sino también para el público entusiasta del cine de acción, quienes veían la cinta como un producto de calidad, y que con los años ha ganado seguidores, pero no recibía las retribuciones de las que era merecedora. No retribuciones, quiere decir no más producciones. Pero ¿fue Dredd el espectáculo que muchos hoy en día claman haber visto?
Solo fue hasta hace poco que tuve la oportunidad de ver la película y me es difícil no ponerme de lado de los fanáticos. Una película limpia e inteligente, efectiva en lo que quería mostrar, con tremendo efectos y sumamente divertida. Quedé un poco perplejo, y siento que muchos antes que yo también, al ver que este filme realmente no tuvo la publicidad y ni el reconocimiento debido. Si, probablemente, como muchos otros logros cinematográficos, esta vaya (o ya lo esté siendo) a ser reivindicada dentro del mercado de video en demanda (esta en Netflix para los interesados), pero la espina queda ahí, la idea de que el público paso por alto un gran estreno de ciencia ficción por ver, yo que sé, algún bodrio de los que salieron en 2012 (The Lucky One… ugh).
Es llorar sobre leche derramada, lo sé. Los resultados en las taquillas son impredecibles en muchos casos, y sería injusto no aclarar que el 2012 fue un año con tremenda competición para películas de acción y ciencia ficción. Solo podemos esperar que en los años venideros el público tenga cada vez más en mente esta película. Sobre todo si las carreras de los dos actores más reconocidos en el filme, Karl Urban como el mismo Judge Dredd, y Lena Heady como la traficante y jefe de pandilla Ma-Ma, van en ascenso. Cabe recordar que Urban ha tenido papeles en la saga del señor de los anillos, y en los blockbusters más recientes como Leonard McCoy en Star Trek y Star Trek: Into Darkness. Heady por su parte tiene un papel reconocidísimo como la terrible reina Cersei Lannister en la aclamada serie de HBO, Game of Thrones.
Ahora, si bien es decepcionante ver la falta de reconocimiento hacia esta película, y hasta en cierto sentido es entendible, una pregunta asalta mi cabeza ¿Cuántas personas recuerdan la película original de Judge Dredd? Oh si, si hasta el momento no te sonaba, seguro que esas tardes de Acción Pura comienzan a mostrar un poco de luz en un rincón de tu cabeza. Y seguro si haces el esfuerzo, la recordaras. Investigué un poco, pero no pude encontrar un consenso sobre cómo fue traducido el titulo aquí en Latinoamérica ¿El Juez o El Juez Dredd? Si alguien se acuerda, bienvenido sea para que comente y me lo diga. Pero el común denominador de entre todos los recuerdos es solo uno, el que todos tienen en mente: Syl Stallone.
Stallone protagonizó en 1995 una adaptación del comic de 2000 AD Judge Dredd. De título homónimo, aquel festival de mierda tuvo uno de los estrenos más apaleados por los críticos de ese año. No era de extrañar, la cinta era realmente mala, con un guion pobrísimo y sumamente poco imaginativo, y un diseño de producción que, viendo en retrospectiva, recuerda a otros desastres de la década como Batman & Robín. El filme era un chiste sobre sí mismo, y no se daba cuenta.
Aun así, tuvo un buen rendimiento en taquilla. No fue un éxito, ni mucho menos, pero fue una inversión recuperada y algo más. Y era Sylvester Stallone, que a pesar de sus repetidos y tristes y terribles papeles, gozaba del reconocimiento como la estrella de acción definitiva. Suficiente como para que los colombianos recordáramos aquellas tardes en la televisión nacional. Stallone define casi 3 generaciones de blockbusters de acción, tanto los exitosos como los que no, y de los que se consumía como fuese.
Entonces, la espina que incomodaba por el fracaso financiero de Dredd, se vuelve más fastidiosa al ver que un filme, bastante inferior, tuvo mayor éxito. Otra vez, cabe aclarar que hay muchos factores volátiles al referirse al éxito monetario de una película, pero el reconocimiento como tal, es algo que duele, no solo a los artistas sino a los aficionados también.
Por eso me gustaría hacer algo especial. Voy a explicar los puntos fuertes de Dredd (2012) a través de los fracasos de Judge Dredd (1995), a menara de retribución para este servidor.
Let Them Figth!
Todo comienza con la fuente. Judge Dredd es un personaje de comic que apareció por primera vez en la antología de ciencia ficción 2000 AD en 1977, convirtiéndose en el personaje más perdurable de la publicación. Joseph Dredd es un oficial estadounidense del orden público en la ciudad distópica de Mega-City One. Un "juez de la calle", con el poder de arrestar, condenar, sentenciar, y ejecutar a los criminales.
El universo de este personaje (y el personaje en sí), en parte, está concebido como una sátira a los estados totalitarios y fascistas, por lo que si decides leerlo veras que el personaje se encontrara con situaciones que rayan en lo ridículo y donde le toca imponer este tipo de regimen. Su apariencia física representa la ley y la justicia en este mundo, al punto de que la identidad propia del protagonista pierde importancia ante su cargo y uniforme. Nunca vemos la cara de Dredd porque sabemos que no es necesario. La cara de Dredd es su casco.
Hay que decir enseguida que Judge Dredd (1995) es ridícula en todo sentido. La idea de concebir un universo alterno narrativo para tocar temas actuales no se ve aquí. La gracia de ADAPTAR es transformar los elementos de un medio para implantarlos, sin perder la esencia, a otro medio. Este filme lo hace al revés y decide mantenerse fiel a las cuestiones más caricaturescas como los imprácticos atuendos y vehículos, y estilo visual estrambótico y poco verosímil. La sátira desaparece porque cuesta tomar en serio a una película que se ve así. Los cambios que si hace, son en las cosas esenciales, las que no deberían cambiar.
Uno de los mayores y primeros problemas que causo la cinta dentro del circulo de fans del comic, fue que Dredd se quitara el casco. Dredd no se quita el casco, Dredd es ese casco. Obviamente, la idea de tener a una estrella global en una película que has vendido a costa de esta y no mostrar su cara, era algo inconcebible. Ya en los noventa, que es donde comenzamos a ver las raíces de las franquicias modernas, los riesgos comienzan a ser tabú en Hollywood.
Pero ese casco no es nada más que la entrada a un problema mayor: la caracterización de Dredd mismo. A pesar de que el principio de la cinta pareciera apuntar en la dirección correcta, el guion se decanta por volverlo un héroe de acción moralista-genérico. Un personaje que Stallone ha hecho muy bien en decenas de otras películas, pero que no tiene nada que ver con el material de fuente.
Los autores escogen narrar sus historias dentro de distópias porque les interesa agobiar, incomodar, e incluso, disgustar al consumidor con una representación contraria a los ideales del buen vivir y a las visiones optimistas del futuro, un lugar donde los héroes no existen. Si un autor afirma que su historia trascurre en una distopía, pero el consumidor no siente nada de estas cosas, probablemente es porque tal “distopía” no tiene a lugar a la historia que se esta contando. Judge Dredd no debió tratar sobre un héroe, sino sobre un opresor y es ahí donde gana Dredd (2012).
En el primer momento que vemos a Judge Dredd, entendemos de qué tipo de persona se trata. No es un hombre amargado por los fracasos de una vida dura, sino una máquina con ideales cortados como diamantes. No nos interesa su pasado o como llegó a ser como es, sino quien es ahora y que es capaz de hacer. Karl Urban puede no tener el físico que Stallone alguna vez tuvo, pero eso no deja que su apariencia sea menos amenazadora. Debo aceptar que su inflexión de voz y su mueca “a lo malote” pueden pasar por risibles, pero la exageración de estas tiene que ver con la exageración misma del concepto de Dredd. Stallone era un tipo más, un poco duro, sí, pero un tipo más. Urban es una máquina de hacer justicia y así es Dredd.
Y como el comic, Dredd no nos amarra a ver una sobre-exposición de la trama, sino que empieza de inmediato, con Judge Dredd en acción. La visión del futuro es un poco más aterrizada que en su antecesora, pero logra lo que las páginas hicieron y su primera adaptación no pudo: Dar la sensación de podredumbre, de decadencia humana, de distopía. Algunos argumentan que visualmente, la primera película era más fiel, pero es ahí donde la cuestión de la adaptación entra en juego. La forma como es dibujada la ciudad en el comic es para provocar esa sensación de caos. Si comparamos ambas cintas, la que más logra tal cometido es la más reciente. La ciudad en Judge Dredd (1995) parece una maqueta arquitectónica pseudo-artística. Por cierto, como casi todas las películas de ciencia ficción del momento, era un rip-off de Blade Runner.
El humor es parte clave del universo de Judge Dredd. En la primera película, los chistes eran hechos sin intención. Como decirle a un muy mal comediante, que, de hecho, se ríen de él y no con él. Repleta de frases ridículas, actuaciones exageradas, y una trama sin sentido. En fin, el chiste lo buscaba uno para poder seguir viendo tal desastre. Dredd en cambio maneja una gracia sutil, incluso apagada, pero que el espectador atento puede captar y mucho tiene que ver con la sátira de la que hablamos. Varias de las situaciones, dada la naturaleza violenta de la historia, son tratadas con un humor bastante negro. Para gustos, los colores, y para el que le guste el negro, dese por servido.
Podría seguir todo el día, pero creo que captan la idea. Hay muchas cosas que hacen un filme merecidamente interesante a Dredd, y que debería ser vista por cualquiera que guste de tramas rápidas, disparos y ciencia ficción. No es un estudio fallido de personaje como fue la primera, sino una aventura directa, concisa y suave en los bordes. No se cree algo mayor de lo que es. Si eres de las personas que todavía recuerdan a ese mal logrado Dredd de los noventas, tienes que corregir eso ahora mismo.
Por ultimo
Esta es la opinión de quien escribe este blog pero es mejor escuchar a los autores. John Wagner, escritor de Judge Dredd y creador del perosonaje, tuvo una interesante entrevista con el portal Hero Complex, en la vispera del estreno de Dredd (2012), donde dejó plasmadas sus ideas sobre ambos filmes. De la original dijo:
Mis opiniones no han cambiado, aunque, aparte de mi visión inicial, no he visto la película desde que salió. Contarón la historia equivocada - que no tenía mucho que ver con el personaje de Dredd como lo conocemos. No creo que Stallone fuera un mal Dredd, aunque habría sido mejor, y le hubiera dado más crédito sino hubiera revelado su rostro. Él era Dredd en la historia equivocada. Envidio su presupuesto, sin embargo. El CGI era muy bueno, y las recreaciones de la Ángel Gang y el robot. El robot viene en realidad de una historia de Pat Mills y no pertenecía en Dredd, pero se ve bien. Si la trama hubiera girado en torno a personajes como ellos la película habría sido más acertada.Sobre el más reciente de los filmes nos dice:
La trama es sobre Dredd y su mundo. Es imposible cubrir todos los aspectos del personaje y su ciudad - quizás ese era uno de los fallos de la primera película; trataron de hacer demasiado y terminaron con poco. "Dredd" se resguarda en el trabajo esencial de juzgar - la justicia instantánea en una ciudad violenta del futuro. Me gustan los actores, están bien moldeados y manejaron bien sus partes. Olivia Thirlby es perfecta como Anderson, el joven psíquica. Ella le da al personaje una vulnerabilidad conmovedora. Karl Urban no se quitará el casco y no besara a su co-estrella.No podría faltar el que lo inicio todo. Para el programa televisivo "UnCut", después de trece años de la película original, Stallone revela sus pensamientos:
Me encantó esa propiedad cuando la leí, porque tomó un género que me encanta, lo que podríamos denominar la "película de acción moral" y lo hizo un poco más sofisticado. Tenía un trasfondo político. Mostró cómo, si no frenamos la forma en que manejamos nuestro sistema judicial, la policía puede llegar a construir nuestra vida. Se trataba de gobiernos arcaicos; trataba con la clonación y todo tipo de cosas que podrían suceder en el futuro. También era más grande que cualquier película que he hecho en su estatura física y la forma en que fue diseñada. Todas las personas fueron eclipsadas por el sistema y la arquitectura; muestra que tan insignificantes los seres humanos podrían ser en el futuro. Hay mucha acción en la película y algunas grandes actuaciones, también. Simplemente no era todo lo que pudo ser . Pero yo miro hacia atrás en el juez Dredd como una verdadera oportunidad perdida. Parecía que un montón de fans tuvieron un problema con Dredd quitándose el casco, porque él nunca lo hace en los libros de historietas. Pero para mí es más acerca de desperdiciar un potencial tan grande que había en esa idea; sólo pensar en todas las oportunidades que había que hacer cosas interesantes con las escenas de Cursed Earth. No está a la altura de lo que podría haber sido. Probablemente debería haber sido mucho más cómica, muy buen humor, y diversión. Lo que aprendí de esa experiencia fue que no deberíamos haber tratado de hacerlo a lo Hamlet; es más Hamlet and eggs...
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