lunes, 6 de julio de 2015

No se dejen robar la plata de Terminator: Genisys


A este punto no me voy a quejar de relanzamientos, ni refritos, ni remakes que Hollywood constantemente nos esta empujado por la garganta. Es una realidad y como toda realidad, hay que lidiar con esta de una manera adulta. No te gustan los remakes, no los veas; sabotea en lo que no crees al no consumir de esto. ¿Te causa curiosidad? Míralo y después enfréntate a las consecuencias como el adulto que eres.

Yo, por ejemplo, tuve que pagar por las consecuencias de ir a ver Terminator: Genisys. Porque a pesar de ese terrible título y el horrible historial de secuelas después de The Terminator y Terminator 2: Judgment Day, sentía curiosidad por esta nueva entrega. Contra viento y marea, me senté en la sala de cine con buenas esperanzas, a sabiendas que la cinta tenía todo en su contra, incluyendo una lamentable campaña de marketing con la que habían revelado el momento sorpresa de la película. Me dije «Que carajos», James Cameron dice que esta si es buena, y Khaleesi es Sarah Connor. ¿Qué podría salir mal?

Todo.

Bueno, no todo. La forma en que justificaron a un Arnold Schwarzenegger de 67 años, interpretando al robot asesino que lo hizo famoso, es lo suficientemente decente como para evitar el ridículo. Tanto como para volverse lo mejor de la película. Hay cierto ingenio al usar los efectos generados por computadora en algunas escenas de acción, que las hacen bastante alegres para el ojo y Emilia Clarke no hace un mal trabajo como la mamá del salvador, aunque a veces pareciera una imitación de Linda Hamilton; cosa que puedo pasar por alto, porque, pues, me la pase babeando por ella.


A parte de una muy buena recreación del estilo y momentos de la primera Terminator y la forma en que conectaron esa película con esta nueva entrega, no puedo pensar en más cosas buenas que decir sobre esta. Es más, no quiero, porque no se lo merece.

Genisys representa la parte más repugnante de este negocio. No existe ni una pizca de respeto por la audiencia, y de plano, es cine mal hecho. Encima de todo, resulta que ahora, narrativamente, la película borró cronológicamente las dos primeras y mejores cintas de la saga. Así como lo oyen, si llegan hacer nuevas entregas (que probablemente sea el caso), Terminator uno y dos jamás existieron. Nos dejaron de dar el bistec de la mejor calidad posible y nos dejaron con una hamburguesa de McDonald’s de hace treinta días.


El guion es un desastre y la dirección no lo ayuda para nada. De alguna forma, incurrieron en uno de los pecados que se supone los profesionales no hacen. Establecen premisas y no tienen la decencia de explicarlas. Un asqueroso Deus ex Machina. Si por desgracia te encuentras viendo esta película y te preguntas «¿De dónde salió ese personaje?», la respuesta será un balbuceo, una mirada perdida y un «Eh… Mira, ¡Explosiones!».

Explosiones que ni siquiera son tan buenas. Las secuencias de acción están terriblemente ejecutadas, excepto por algunos momentos, como ya dije. Pero en su mayoría es basura generada por computador, que no me genera ninguna emoción porque no me la creo. Todo se ve falso y hay una persecución en helicóptero particularmente mongólica. Cosa que ofende más, porque Judgment Day tiene una de las mejores escenas con un helicóptero jamás hechas.

Paremos un momento y hablemos de este tipo:


No sé cómo se llama, pero entiendo que actuó en la saga de Divergent y en la quinta entrega de Die Hard. Él interpreta a Kyle Reese, uno de los personajes más importantes en la saga de Terminator. Él no es Kyle Reese. En primera, porque un retrato de Kristen Stewart tiene más expresión que él. En segunda, porque ha sido la peor elección para el personaje, revelando la falta de criterio del director. Se supone que Kyle Reese es un soldado del futuro apocalíptico, donde los recursos son escasos y la muerte siempre está acechando. Por lo tanto, su apariencia debe estar afectada y con esto se incluyen cicatrices, delgadez, y cierta mirada de locura por tanta mierda que ha visto en su vida. Reese no es un muchacho bonito, que va todos los días al gym y está en los sueños de todas las quinceañeras, como este tipo.

La cinta es un mal producto que fue sacado al mercado a sabiendas que es un mal producto. Claro, con el nombre de Terminator ¿Para qué calidad?, la gente pagará sí o sí. Ningún productor, director, o guionista hubiera dejado estrenar este bodrio con la consciencia limpia. Y esto es lo más triste y es la consecuencia con la que tengo que lidiar porque yo participé en el éxito comercial de esta película. Y me siento robado. Así que, si todavía no la han visto, por favor no vayan a verla. Ni siquiera la pirateen y usen su tiempo para ver las dos primeras cintas de la saga, porque si hay un consuelo, es que todavía existen.

3/10

Es que ni me molestas spoilearles.

P.D: Para los fanáticos de Doctor Who que estaban emocionados por Matt Smith. Lo siento tanto por ustedes.

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