jueves, 28 de febrero de 2013

Ganadores 2013 ¿Muy tarde? Pues no.


Ya sé, el tema es viejo y el solo hecho de que ya hayan pasado más de cuatro días (o tal vez toda una semana cuando leas esto) desde el evento hace que el tema envejezca con más rapidez, pero de todas formas siento que no podía dejar el espacio en blanco y no dar una opinión al respecto, porque al final, de eso se trata escribir este blog (entre muchas otras razones). Tengo que aclarar, que no escribí por circunstancias que se salían de mis manos. El mayor problema fue que no pude ver la ceremonia en vivo por cuestiones lamentablemente religiosas y porque a veces en el internet no se puede confiar del todo en momentos de necesidad.

Bueno, al fin logré ver la ceremonia, no sin dificultades. Los Oscars realmente aparentan ser una ceremonia más importante de lo que en verdad son. Como dije en un artículo anterior, no es la última sentencia en lo que respecta la calidad de películas, pero eso no quita que es mirada con atención por el publico general, ustedes saben, ese público que no pasa la mayor parte de su tiempo analizando y criticando las películas con profundidad, ese público que lo único que le interesa es entretenerse con una buena película, sin preocuparse porque la disfrutan. Aclaro, eso no es algo malo, ese es el público que permite que la industria siquiera exista y que quieren ver a sus filmes favoritos ser premiados, por lo que existen los premios.

Pero los premios siempre han tenido una historia de irregularidades, en donde los famosos “snubs” han ocurrido de formas incluso groseras. Entiendo que esto frustre a los conocedores del oficio, sean casuales o tengan el apelativo de cinéfilos, por lo que digo que los premios de la academia no son para tomárselos tan serios. Aunque no los demerito porque es una forma de que el público se entere más de lo que se está haciendo y sobre todo porque una ceremonia como esta es una celebración de cine, dejando aparte influencias políticas y comerciales. Las películas, sean mediocres u obras maestras, son las protagonistas al final.


Afortunadamente, los premios de este año tuvieron una particularidad que sorprendió, sobre todo por la cantidad de buen material, llegando incluso a tener que excluir candidatos, no porque fueran ignorados, sino porque el número de nominaciones no era suficiente, no los cubría a todos. Se siente bien el ver piezas que merecen ser reconocidas y que así, el público general como los cinéfilos, puedan estar de acuerdo. Me hace feliz que el talento se haga saber y que la gente tenga acceso a este, lo cual introduce la esperanza de que el criterio general se valla puliendo muy de a poquito, pero que lo haga.

El éxito de la ceremonia se bebe a la combinación de varios factores propicios. Además de la calidad de las películas, el evento tuvo un muy talentoso presentador, que con sus conocidas bromas ácidas y su gran carisma, Seth Mcfarlane deja una huella bastante firme, convirtiéndose en uno de los presentadores más memorables que los premios alguna vez tendrán.

Pero ya dejando la ceremonia como tal a un lado, hablemos de lo que en verdad interesa y eso son los ganadores de la noche. Voy lanzarlo ahí afuera y lo sacare de mi sistema enseguida: Argo fue sobrevalorada. No quiero decir que es mala y realmente me alegra ver la madurez de Ben Affleck como realizador, pero creo que en verdad no es la obra maestra que todo el mundo dice, y siento que premiar a Affleck fue demasiado pronto, ya que Argo es una película que hace crecer esperanzas y curiosidad sobre trabajos futuros que lleguen a ser incluso mejores.


Dicho esto, siento que todos los demás premios fueron apropiadamente entregados. Veamos, de las 15 categorías que intente predecir, llegue a acertar solo 6, lo cual me hace entender lo difícil que es predecir movimientos de la academia, pero de todas formas, con todo ese buen material que fue nominado no me molesta. Había predicho que Spielberg ganaría como mejor director, pero salté de alegría al ver que fue Ang Lee quien se llevo el premio. Los premios técnicos, todos fueron excelentes y realmente eran decisiones difíciles.

Fue al final que uno se daba cuenta de lo desorientada, que queda la opinión pública. Realmente ¿Quién ganó? Argo siendo la mejor película, solo tenía otros dos premios y la película con más galardones fue Life of Pi con tan solo 4 premios, uno más. Solo puedo decir que con tanto talento en ese teatro, las que ganaron fueron las películas y si tengo que elegir entre una gala con una película arrasadora y otra con competidores tan tenaces, que los ganadores queden inciertos, prefiero la segunda.

domingo, 24 de febrero de 2013

¿Quién Ganará? Predicciones de los Oscars


Hoy es la gran noche, el momento esperado por todos los que en algún momento se interesaron en las películas. Los premios de la academia de las artes y las ciencias cinematográficas de Estados Unidos, conocidos como los Oscars, han estado presentes prácticamente durante toda la historia del cine y se han vuelto icono de grandeza y reconocimiento. Cabe mencionar que esto no es definitivo, la academia se centra en premiar las obras realizadas nada más en su país, con contadas excepciones, al mismo tiempo que el criterio de esta tampoco puede ser considerado como el más correcto, teniendo en cuenta todas la cuestiones comerciales y políticas involucradas. Pero hombre, cuanto me apuesto que por más mentalidad independiente que puedas tener, alguna vez viste estos premios como el conjunto de lo mejor que había en la industria y si bien esto no es muy cierto, para la mayoría de la gente lo representa y ayuda que la gente opine y se interese en la industria.

Al final, estos tipos de premios son siempre divertidos aunque no estés de acuerdo con los resultados, por lo que hare una lista de mis “predicciones” para esta noche de las categorías que más me interesan y mientras, aprovecho para hacer aclaraciones de ciertos premios que tal vez la gente no entienda, porque se está premiando. Tengo que mencionar que no he tenido la oportunidad de ver todas las películas nominadas, así que aquí encontraran un poco de mí especulando.


MEJORES EFECTOS VISUALES 
Joe Letteri, Eric Saindon, David Clayton y R. Christopher White «El hobbit: Un viaje inesperado»
Bill Westenhofer, Guillaume Rocheron, Erik-Jan De Boer y Donald R. Elliott «La vida de Pi»
Janek Sirrs, Jeff White, Guy Williams y Dan Sudick por «Marvel Los vengadores»
Richard Stammers, Trevor Wood, Charley Henley y Martin Hill «Prometheus»
Cedric Nicolas-Troyan, Philip Brennan, Neil Corbould y Michael Dawson «Blancanieves y la leyenda del cazador»

Aquí mi gusto y el raciocinio se juntan y creo que el que se lleva la estatuilla en esta categoría es Life of Pi que ha sido la única película que hasta ahora me atrevo a decir que hay que ver en 3D. Creo que le sigue de creca The Hobbit: An Unexpected Journey.

MEJOR DISEÑO DE PRODUCCIÓN 
Sarah Greenwood y Katie Spencer «Anna Karenina»
Dan Hennah, Ra Vincent y Simon Bright «El Hobbit: Un viaje inesperado»
Eve Stewart y Anna Lynch-Robinson «Los miserables»
David Gropman y Anna Pinnock «La vida de Pi»
Rick Carter y Jim Erickson «Lincoln»

El diseño de producción es uno de los componentes más importantes dentro de la realización de una película. Básicamente los diseñadores de producción son los que se encargan del aspecto visual general de la película y manejan cuestiones como los espacios, escenografías y la concordancia histórica (el no dejar que un poste de luz aparezca en un ambiente del siglo 18).

Ahora, por raciocinio creo que la pelea estaría entre Les Misérables y Lincoln, pero al final Lincoln saldra ganando, muy a mi pesar porque creo que Les Misérables fue más impresionante.

Nota: No he podido ver Ana Karenina pero creo que no cambiara mi decisión.

MEJOR MONTAJE 
William Goldenberg «Argo»
Tim Squyres «La vida de Piv
Michael Kahn «Lincoln»
Jay Cassidy y Crispin Struthers «El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook)»
Dylan Tichenor y William Goldenberg «La noche más oscura (Zero Dark Thirty)»

El montaje es el viejo arte de cortar el celuloide de una película que ya ha sido filmada, para organizar las escenas y proporcionarle el ritmo. Hoy en día el término ha cambiado y se conoce más comúnmente como edición y el corte de celuloide dejo paso a los modernos programas.

Mucho, mucho quisiera que este premio lo ganara Silver Linings Playbook, que da una lección de edición verdadera, pero mi cabeza, estando fría, me dice que se lo llevara Zero Dark Thirty.

MEJOR BANDA SONORA 
Dario Marianelli «Anna Karenina»
Alexandre Desplat «Argo»
Mychael Danna «La vida de Pi»
John Williams «Lincoln»
Thomas Newman «Skyfall»

Aquí la razón y el gusto vuelven a converger y tengo mucha seguridad de que este premio se lo lleva Life of Pi con una banda sonora que tiene la marca de inolvidable. De nuevo, no he visto Ana Karenina pero no creo que tampoco se compare aquí.

MEJOR PELÍCULA DE HABLA NO INGLESA 
«Amor (Austria)»
«No (Chile)»
«Un asunto real (Dinamarca)»
«Kon-Tiki (Noruega)»
«Rebelle (War witch) (Canadá)»

En esta categoría solo podre opinar desde la razón, ya que desafortunadamente la única que he visto es Amour y es la que creo, que con todo el ruido que ha hecho, se llevara la estatuilla. Un premio de consolación por su nominación al premio mayor.

MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN 
«Brave (Indomable)»
«Frankenweenie»
«El alucinante mundo de Norman»
«Piratas»
«¡Rompe Ralph!»

Para ser sinceros, este año no fue tan excelente para las animaciones como en años anteriores, no obstante hay buenos esfuerzos. Aquí por gusto diría que el premio seria para Wreck-it Ralph!, pero después del chasco de los globos de oro la pelea será dura con Brave.

MEJOR FOTOGRAFÍA 
Seamus McGardey «Anna Karenina»
Robert Richardson «Django desencadenado»
Claudio Miranda «La vida de Piv
Janusz Kaminski «Lincoln»
Roger Deakins «Skyfall»

Ya aquí comenzamos a hablar serio. Todos fueron excelentes trabajos, fenomenales todos y por gusto no me podría decidir por ninguno, aunque creo que el premio será para Robert Richarson por su trabajo en Django Unchained.

MEJOR GUIÓN ADAPTADO 
Chris Terrio «Argo»
Lucy Alibar y Benh Zeitlin «Bestias del sur salvaje»
David Magee «La vida de Pi»
Tony Kushner «Lincoln»
David O. Russell «El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook)»

Esta es otra categoría difícil. Para el que no sepa, aquí se premian los mejores guiones que estuvieron basados en otras obras de diferentes artes. No necesariamente tiene que ser un libro, ya que puede también ser de una obra de teatro, un ensayo e incluso un poema.

Si fuera por mi gusto tendría que elegir entre tres: Silver linings Playbook, Life of pi (Supuestamente imposible de adaptar), y Beasts Of The Southern Wild. Ya pensando con cabeza fría, probablemente el ganador es Chris Terrio por Argo.

MEJOR GUIÓN ORIGINAL 
Michael Haneke «Amor»
Quentin Tarantino «Django desencadenado»
John Gatins «El vuelo (Flight)»
Wes Anderson y Roman Coppola «Moonrise Kingdom»
Mark Boal «La noche más oscura (Zero Dark Thirty)»

Desafortunadamente no me he visto Moonrise Kingdom pero entiendo muy bien que sería un gran contrincante. Todos son trabajos excelentes por lo cual personalmente, no podría elegir uno, pero sin gustos de por medio, diría que el ganador será Django Unchained, y le tocaría los talones Zero Dark Thirty

MEJOR ACTOR SECUNDARIO 
Alan Arkin «Argo»
Robert De Niro «El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook)»
Philip Seymour Hoffman «The Master»
Tommy Lee Jones «Lincoln»
Christoph Waltz «Django desencadenado»

Las decisiones se vuelven cada vez más difíciles. Esta categoría contiene una película que me duele no haber visto aún, la cual es The Master. Philip Seymour Hoffman es de mis actores favoritos y no estaría mal verle ganar el premio, pero tiene grandes contrincantes como De Niro. Al final creo que el que se lo llevara será Tommy Lee Jones, por su gran papel de Thadeus Smith.

MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA 
Amy Adams «The Master»
Sally Field «Lincoln»
Anne Hathaway «Los miserables»
Helen Hunt «Las sesiones»
Jackie Weaver «El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook)»

A pesar de que no vi The Master ni The Sessions, no me cabe duda y esto es casi por sentido común, pero la ganadora sera Anne Hathaway por su genial Fantine.

MEJOR ACTOR PROTAGONISTA 
Bradley Cooper «El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook)»
Daniel Day-Lewis «Lincoln»
Hugh Jackman «Los miserables»
Joaquin Phoenix «The Master»
Denzel Washington «El vuelo (Flight)»

Al único que no vi fue Joaquin Phoenix, pero juzgando por el tráiler y el director de la película en que actúa, pienso que es alguien a tener muy en cuenta. Todos los demás hicieron trabajos espectaculares y dignos de la nominación, pero es que definitivamente Daniel Day-Lewis es el que resalta aquí y el que probablemente gane la estatuilla.

MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA 
Jessica Chastain «La noche más oscura (Zero Dark Thirty)»
Jennifer Lawrence «El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook)»
Emmanuelle Riva «Amor» 
Quvenzhané Wallis «Bestias del sur salvaje» 
Naomi Watts «Lo imposible»

Aquí todas dieron interpretaciones impecables. Esta categoría es interesante porque contiene a las candidatas de más y menor edad de la historia de los premios. Quisiera mucho que Emmanuelle Riva se llevara el Oscar o Quvenzhané Wallis, porque ambas son encantadoras, pero la razón me dice que esto esta disputado entre Jennifer Lawrence y Jessica Chastain, con Chastain tomando delantera al final.

MEJOR DIRECTOR 
Michael Haneke «Amor»
Benh Zeitlin «Bestias del sur salvaje»
Ang Lee «La vida de Pi»
Steven Spielberg «Lincoln»
David O. Russell «El lado bueno de las cosas»

No hay ni uno solo que no se merezca el galardón. Absolutamente  todos son merecedores. Por mi, el premio estaría entre Benh Zeitlin y Ang Lee, pero siento que al final Spielberg se llevara el premio.

MEJOR PELÍCULA 
«Amor»
«Argo»
«Bestias del sur salvaje»
«Django desencadenado»
«Los miserables»
«La vida de Pi»
«El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook)»
«La noche más oscura (Zero Dark Thirty)»

El gran premio y el más importante, la razón de la ceremonia. En el top en mi cabeza Beast of The Southern Wild, Life of Pi y Zero Dark thirty se disputan el primer puesto y creo que estas son las mejores de todas las películas nominadas, pero al final la que tiene más posibilidades es Zero Dark Thirty. Posibilidades que siento, sucumbirán ante Lincoln que creo va a ser la vencedora.

Estas son mis “predicciones” para esta noche ¿Qué creen ustedes?


El dolor y la tragedia "Amour"



Pareciera que el amor y la tragedia fueran hermanas de diferentes padres, donde la primera se presenta y la segunda siempre es temida a su venida. Esto no es raro porque en nuestra condición humana, el amor es algo que anhelamos e idealizamos y por ende nuestra creencia en el es frágil, siempre a la espera de que algo pase para arrebatárnoslo. Al no estar preparados, al no entender que ni siquiera nuestras propias vidas duraran más que cualquier amor, es inevitable que el sufrimiento se haga presente.

Michael Haneke me ha parecido un cineasta que siempre tiene una apuesta incomoda al espectador, que impone su visión artística ante cualquier capricho que pueda tener un público y esto lo vuelve un director al que siempre se le tendrá una impresión irregular. Aún así, por el solo hecho de querer plantarse y tener la valentía para expresar su visión y su opinión, lo hace un artista valioso y automáticamente interesante.

En su nueva película Haneke presenta de la manera más sincera y simple posible, un análisis de lo que significa el amor humano, el verdadero cariño y la compasión que se puede tener por un ser especial, pero siempre teniendo en cuenta su inusual visión de las cosas.


“Amour” es la historia de un matrimonio anciano, interpretados magistralmente por los actores franceses Jean-Louis Trintignan y Emmanuelle Riva, dándole vida a George y Anne Laurent. Ambos son profesores de música ya retirados, que mantienen una vida llena de tranquilidad. En determinado momento de la historia, dentro de una gran escena, Anne padece de un lapsus de parálisis, lo que marca el comienzo de su tragedia. Más tarde nos enteramos que la esposa ha sufrido un accidente cerebro vascular y la mitad derecha de su cuerpo queda paralizada.

A partir de ese punto la película se dedica a narrar con simpleza y letargo la decadencia del matrimonio y la lucha de George por mantenerse estable para cuidar de su amada esposa. El director opta por una fotografía extremadamente estática, como es a su gusto, y mantiene todo en una atmósfera de tensión, que no es acumulativa sino más bien permanente durante toda la trama. El acercamiento a la historia no pudo ser mejor, comparado con filmes previos de Haneke, ya que aquí no era necesario ningún adorno, ninguna vuelta de cámara, ningún efecto visual deslumbrante, aquí lo que importaba era la humanidad del relato, lo único que necesitábamos de esta historia eran a sus protagonistas para presenciarlos en su tragedia y nada más. Aquí la simpleza le otorgó un sabio ritmo y le dio un significado global a toda la obra.

Eva es la hija de George y Anne, está vive fuera del país, pero llega a Francia a razón de la noticia de la enfermedad de su madre y al presentarse, es la que más insiste para la asistencia de un asilo. Este personaje se vuelve la conexión con el mundo exterior para George, quien está sumido en su propia prueba de consciencia. Él tiene muy claro lo que hace y mantiene todas su fuerzas para poder seguir con su ardua tarea, sin prestar la más mínima atención a los demás, pero su hija representa todo eso a lo que él no quiere dar a torcer, a lo que no quiere dejar ir y no perder el poco control que tiene de su vida.


Avanzamos y somos testigos de otra apoplejía, que deja a Anne sumamente maltrecha y que la deteriora a un estado casi vegetal. George sigue en su camino, sufriendo por Anne y por él mismo, hasta que llegamos a un final que deja un terrible sentimiento de desolación. Haneke no tiene clemencia con el espectador, recurriendo al habitual efecto de distanciamiento que tanto le gusta aplicar en sus películas. Como dije, tal vez en las anteriores no fue muy exitoso, pero aquí fue casi perfecto y nos deja con un final abierto para decidir si reflexionar o no sobre este.

En conclusión, “Amour” trata con temas en extremo duros, analizando hasta que puntos, el sentimiento que le da título a la película puede llegar. Nunca será algo que se le desee a alguien, el dolor por un amado afligido puede llegar a ser incluso más grande que el del sufrido mismo ¿Qué hacer mientras tu ser querido sufre? ¿Hasta qué punto tu amor puede ser egoísta, en el dado caso que tengas la oportunidad de aliviar sus sufrimiento? Las respuestas solo las tendremos cuando pasemos por algo así, pero mientras tanto, esperemos no que sea así.

Puntaje: 4 palomas de 5 (La manito tapa boca)

sábado, 23 de febrero de 2013

Lo que no sabemos "Zero Dark Thirty"



Es curioso, estoy sentado viendo la pantalla del computador mientras escribo esto, tengo comida, servicios básicos y sobre todo internet, leo libros, reseñas y noticias todos los días, salgo a socializar o a hacer diligencias y después el trabajo. Es una vida promedio como estoy seguro que muchos viven. Todo esto se vuelve curioso en el momento en que te vuelves consciente de tu vida tranquila y normal, porque a partir de ahí, ves tu vida desde un punto de vista externo y desde el exterior eres capaz de apreciar (o más bien suponer) tu lugar en un sistema, que es obviamente más grande que tú y que ignoras a diario, las razones por las cuales tienes comida, servicios, internet, tu casa y tu lugar en el mundo.

Disculpen si me puse muy profundo, pero es un tema que intriga. Pasamos prácticamente toda nuestra vida sin entender siquiera, cómo es que estamos “seguros” en el interior de nuestra propia burbuja que llamamos vida y todo porque nos recargamos en instituciones a las cuales le proporcionamos poderes y libertades de acción más altos de lo normal. La forma en cómo estas instituciones decidan utilizar ese poder, es algo a lo que ponemos confianza ciega para ayudar a armonizar nuestro entorno.

La última película de Kathryn Bigelow, que vuelve a hacer equipo con el guionista Mark Boal, toca estos temas con uno de los acontecimientos más grandes de este siglo XXI: La cacería y posterior muerte de Osama Bin Laden.


La investigación que realizan los cineastas para la producción de esta película llega a sorprender y permite que esta sea rica en detalles, proporcionándole el realismo que la madurez de Bigelow ha sabido dar a sus filmes, pero en partes llega ser contraproducente por la cantidad de jerga técnica que abunda y desorienta, amenazando la fluidez narrativa.

La película está dividida en varios capítulos, pero primordialmente en dos partes. La primera parte se centra en la cacería y nos presenta el personaje de Maya, interpretado por una furiosa Jessica Chastain, quien siendo primeriza dentro de la CIA, es asignada al grupo de investigación y búsqueda de Bin Laden. Durante 10 largos años esta será la más grande obsesión de Maya, en la que encontrara grandes obstáculos y perderá amigos e incluso parte de ella misma.

Maya obviamente es un personaje inexistente, como la mayoría de los que abundan en esta historia (por obvia razones), pero ella básicamente representa a todos esos agentes e incluso toda una organización, que estaban concentrados en una única tarea. Vemos como desde pequeñas pistas, se atan cabos para llegar, con una grandísima dificultad e improbabilidades, al objetivo único. Esta primera parte es interesante en el sentido de que nos da un atisbo, de cómo en realidad se mueven estas organizaciones, mostrándonos lo correcto y lo moralmente “incorrecto” que la actitudes toman durante procesos así. No puedo decir que las cosas son como realmente la película plantea, teniendo en cuenta toda la polémica que la ha rodeado, pero en mi cabeza se va formando un sentido. Tal vez las torturas y el programa de convictos no haya sido tal cual, tal vez pudo ser peor o tal vez solo exageraban, pero por algo la información es ocultada y no creo que los intereses militares de una nación sean tan inocentes. De todas formas, es de esto de lo que se trata la obra en sí, de esa naturaleza oculta y poco clara de las operaciones gubernamentales.


La cacería, esa primera parte, es tremendamente informativa. Bigelow sabe darle esa naturaleza hostil a los sucesos y la evolución del personaje de Maya se da con bastante naturalidad. No era perfecto, la narrativa de la directora se volvía muchas veces errática y muy rápida para ocasiones en que no hacía falta generar sentimientos tan fuertes como el suspenso. Lo único que vemos, son interrogaciones, conversaciones, lecturas, reuniones y todo esto era tratado como una película de acción, lo cual no ayudaba a entender cierto temas, aunque esto se podría justificar con la idea general de la película: La oscuridad de cuestiones que al final ni siquiera en la vida real se llegan a entender totalmente.

Ya pasado bastante tiempo (esta es un cinta que da una buena sensación de alargamiento debido a la cantidad de información), Maya y su equipo logran dar con una pista clave que les permite especular con bastante fuerza sobre el paradero del líder terrorista. Ya después de establecer la famosa casa y haber superado ciertos obstáculos políticos, la operación comienza y así también la segunda parte del filme.


Aquí Bigelow demuestra con tenacidad su talento, porque toda esta segunda parte es la descripción detalladísima de la operación Lanza de Neptuno. En este punto descansamos de la información, las interrogaciones, la investigación y el fatigante drama político, para presenciar el gran operativo. El talento se desborda por la pantalla y Bigelow hace lo que mejor sabe hacer, entregándonos una pieza llena de suspenso inteligente y dando una lección de cine, de cómo se debe de realizar un drama bélico. El operativo es un éxito y el líder de al-Qaeda es dado de baja (¡Spoiler!... no lo es, así que se calman), finalmente Maya da confirmación del cuerpo y da finalizada su ardua tarea.

Pone a reflexionar sobre la complejidad de estas situaciones que tratan a las organizaciones como a los personajes involucrados en ella. Pienso que Zero Dark Thirty no debe ser evaluada por su veracidad, sino más bien por el significado de esta y por la propuesta a reflexionar sobre nuestra cultura global actual. No digo que no me interesen lo hechos verídicos, pero los trasciendo para darle paso a lo que la película quiera dar a entender. Definitivamente tengo que llamar esto, un logro de los cineastas y una muestra, no solo de buen cine desafiante, sino un registro de lo que el mundo (el verdadero mundo) es.

Puntaje: 4.3 Abu Ahmeds de 5 (¡Osama! ¡Osama!... ¡Osama! "Osama sale del cuarto")

viernes, 22 de febrero de 2013

El extenuante viaje de "Les Misérables"



Debo comenzar por decir que yo no soy un gran fanático de los musicales. Cuando era niño, extrañamente, sentía una aberración por la música, no la soportaba y principalmente era porque me aburría. En ese entonces, antes de siquiera cumplir 10 años, ya comenzaban a bombardearle mediáticamente el cerebro a uno, con marcas como Disney y sus grandes películas de animación. No me gustaban para nada y solo por el simple hecho de que no compaginaba con las canciones. Es en serio, me molestaba de sobremanera.

Mi historia, afortunadamente, tomó otro rumbo y en mi adolescencia encontré un amor en la música que no había sentido antes. Con ello, varios otros intereses surgieron, entre ellos el cine, pero aún era reacio a los musicales. Prefería las tramas y los diálogos, a la espontaneidad musical. No obstante, en mi gana de querer ver más cine, varios musicales se colaron en las listas de películas que vi, y fueron experiencias que recuerdo gratas.

“Les Misérables” fue el primer musical que veía en cierto tiempo. Pero fui con toda mi disposición creyendo que esa parte de mí, que sentía incomodidad hacia las historias cantadas, ya había madurado. Lo que pasó después, fue que me encontré con una experiencia, para la cual no me había preparado. La extravagancia musical de Tom Hooper fue una prueba exigente, pero que al final dio ciertos frutos, algunos maduros, algunos biches y otros definitivamente podridos.


Mi primera impresión fue difícil porque me encontré con una batalla de sentimientos dentro de mí. Por una parte estaba el apartado visual que era simplemente espectacular, una delicia para la mirada y por el otro lado estaba la música. No me esperaba lo que se me venía. No sabía hasta ese momento,que estaba al inicio de 156 minutos de canto prácticamente sin parar. He aquí mi primer problema con el filme.

Diría que nada más hay alrededor de 5 líneas de diálogos que no son cantadas, de resto las melodías no dejaban de venir. Mi principal problema con esto, es que no sabía diferenciar las canciones y me quedaba sin saber donde empezaba o terminaba alguna. Además me pareció que llegaron a ser exagerados, ¡Hasta las conversaciones más mundanas eran cantadas!, lo que muchas veces le daba un tono ridículo que me sacaba de la ilusión de la historia.

Algunos dirán que de eso se tratan los musicales. ¿Quién sabe? Tal vez yo no tengo ese tipo de sensibilidad, lo que causó que batallara tanto durante la cinta, pero de todas formas me forcé a adaptarme al ritmo (que no era fluido para nada), para llegar hasta el final y de paso apreciar las demás cosas que eran ofrecidas.


Más tarde me di cuenta que llegar hasta el final no iba a ser tarea fácil. El segundo problema al que me enfrenté, fue la decisión visual del director. La fotografía, en general era espectacular, logrando unas escenas increíbles que emocionaban el visionado, pero que curiosamente, la mayoría de triunfos visuales residían en las partes de la historia en que no se interpretaba una canción. Durante los números musicales, Tom Hooper tomó una dirección artística que me parece, no logró dar el sentimiento que quería. La cámara, mientras los actores interpretaban, seguía constantemente los rostros de estos, sin alejarse ni un momento de ese primer plano. ¿Cuál es la gracia de basar tu película en un musical, sino vas a hacer uso de espacios y diseño de producción, que es lo importante en este género del teatro? Y entiendo que Hooper haya querido dar la sensación de realismo mientras los números se daban. Pero lo que consiguió fue dar una sensación de desorientación y tedio.

Pero algo bueno salió de ese enfoque tan particular. Al tener la cámara tan cerca, pude apreciar lo que es tal vez el punto más fuerte de la película, que vendrían a ser las impresionantes actuaciones. Es un gran conjunto de talento y quisiera tanto, hablar de cada uno de ellos, por lo buenos que fueron, pero me tomaría toda la semana, aunque sí  mencionaré las tres interpretaciones que más me marcaron.

Primero esta Hugh Jackman, quien hace gala de su experiencia y su talento, y da carne al personaje de Jean Valjean, sabiendo transmitir la lucha tan emocional del héroe con holgada destreza y junto a su canto, logra provocar los sentimientos correctos. La segunda gran actuación y es tal vez la que más ruido a hecho, es la de la bella Anne Hathaway, quien con su Fantine no solo deja ver sus grandes dotes de actriz, sino que interpreta la canción más famosa del musical, “I Dreamed a Dream” de una forma preciosamente desgarradora. Definitivamente una actuación que merece ser laureada.


Por último está el Javert de Russell Crowe, que es tal vez una de las sorpresas más interesantes. Principalmente por su canto, que al principio provocaba una incomodidad colectiva. Esta incomodidad era producida, ya que al comparar su canto con su registro de habla, no parecieran venir de la misma persona. Pero la incomodidad desaparece con el transcurrir del tiempo y el canto se vuelve hasta agradable. La imagen de Javert de Crowe es presentada con gran elegancia e imponencia, lo cual lo vuelve un éxito.

Al final, lo que sostiene a esta película y lo que de hecho permite que uno desee continuar con su visionado, es la obra original en la que está basada. “Les Misérables” de Víctor Hugo es una historia que trasciende el tiempo, siendo una de las novelas más conmovedoras y grandes de la historia. El musical se agarra de esta novela, para poder explotar los sentimientos que en esta se encuentran, mediante canciones muy ricas y verdaderamente efectivas. Tal vez en cine, fue un proyecto bastante ambicioso que no supo cuajar del todo, pero no puedo negar que tiene un encanto único.

Puntaje: 3.3 Candelarios de Plata de 5


jueves, 21 de febrero de 2013

El Padrino de Mario Puzo y un malentendido cultural


He querido hablar de este tema desde hace ya un tiempo, pero no encontraba oportunidad para hacerlo. Hace unas semanas aproveché una función especial en cine, aquí en Bogotá, para ver un reestreno de “El Padrino” (Francis Ford Coppola, 1972). La oportunidad de ver semejante clásico de hace más de 40 años de edad, era algo que no podía perderme, así que ese día me preparé psicológicamente y me alisté para las tres horas que me esperaban.

La disfruté tremendamente, mucho más de lo que lo había hecho la primera vez. Probablemente porque cuando la vi en DVD esa primera vez, todavía era un novato viendo cine. De todas formas salí encantado, todo me fascinó, las actuaciones, los personajes, las ironías que la misma historia implicaba y la simplicidad de la narración que la volvía más potente. Definitivamente, este tipo de cine me deja siempre con una sonrisa.

Tanto fue mi entusiasmo que emprendí una nueva tarea que me había intrigado desde hace ya tiempo. Si la película era así de buena, ¿Qué tan genial podría llegar a ser el libro en que estaba basada? Con ese mismo entusiasmo averigüé sobre la obra del mismo nombre de Mario Puzo. Un poco de investigación te dejaba saber que él, había colaborado en la adaptación de su propio libro, trabajando como co-guionista junto a Francis Ford Coppola y que por este trabajo había recibido un Oscar.

Había una predisposición en mi cabeza antes de siquiera comenzar a leer. En alguna parte vi afirmar, que este era uno de esos casos raros en los que la película superaba al libro en el que estaba basada. Me parecía curioso ya que, en general con las otras películas, las opiniones eran totalmente lo contrario. De alguna manera, los filmes casi nunca lograban adaptar las obras con gran éxito (artístico por supuesto), y “El Padrino” supuestamente no solo la adaptaba correctamente, sino que además superaba a la obra original.

Para resumir, leí el libro en más o menos dos semanas. Fue entretenido en su mayoría, y disfruté mucho de la manera de escribir de Mario Puzo, ya que no exigía mucho y era fácil dejarse llevar por la narrativa. La historia… fue la misma. Los mismos personajes (Michael, Vito, Sonny, Sollozo, los Tattaglia, etc.), los mismos lugares y más exactamente aún, los mismos sucesos. Para los que ya hayan visto la película sabrán cuales son estos.
La diferencia más notoria  entre el libro y la película era la obvia cantidad de información que es omitida en el filme. Esto -como imagino las personas con inteligencia decente entenderán- es algo inevitable en la industria. La literatura tiene la facilidad, en comparación con el cine, de incorporar grandes cantidades de información sin perjudicar la experiencia de la obra. Un libro lo lees tan rápido como tu comodidad te lo permita, una película tiene un tiempo específico y si te perdiste de algo, tienes o que devolver la cinta, lo que interrumpe la experiencia drásticamente (en caso de reproductores caseros), o dejarlo por perdido.

Estas omisiones de la información están dadas para permitir siquiera la existencia de la película y están diseñadas de tal modo que no afecte el foco principal de la narración. Obviamente El Padrino es un caso en que estas omisiones no la perjudican en lo absoluto, ya que es capaz de sostenerse a sí misma con lo que ya tiene.

Ahora, la siguiente diferencia sí es más sutil y se trata de los pequeños diferentes enfoques en las respectivas obras. Y digo que son sutiles porque son casi diminutos, pero de diminuto en diminuto llega a acumularse en algo bien grande y a pesar de que no se pueda decir que es una obra totalmente diferente, si puedo decir que deja un sentimiento desigual en varios aspectos de la historia, pero el sentimiento general de ambas obras llegar a ser prácticamente el mismo.

¿Es el libro bueno? Sí, no es un hito literario, pero es una muy buena historia que sobre todo, es humana. Entonces  ¿Cuál es mejor, el libro o la película?... La pregunta que importa ¿No? Pues la verdad (mijiticos) es que no, no interesa y aquí les viene el porqué.

Librito: "¡Soy mejor que la película!"
Primero quiero hablar sobre esa tendencia, ese pensamiento general, que creo yo, ya está muy arraigado en la cultura general. “El libro es siempre mejor que la película” es una frase bastante pretenciosa, que hoy en día se escucha en boca de todos y lo dicen con cierta vehemencia, pero sin entender la connotación y el poder que esta afirmación en general puede causar.

Para su información, el 70% del producto, nada más de Hollywood, que sale cada año está basado en una obra de diferente medio. Esto demuestra, no solo la falta de ideas originales de hoy en día, sino también el hecho de que muchas de esas películas son lo suficientemente capaces de sostenerse a sí mismas, y que por más que puedas leer todos los libros en los cuales se basó más de la mitad de la producción hollywoodense, es imposible que no encuentres un filme que sobresalga de la sombra de la obra original.

Pero incluso las probabilidades no importan, porque al fin y al cabo, son diferentes experiencias y diferentes disciplinas. Son artes que tienen similitudes, pero que no son lo mismo y que ofrecen obvias cualidades particulares, distanciadas una de la otra. Si te llega la idea a tu cabeza de querer comparar ambas disciplinas para saber cual es mejor, no podrías agarrarte de ningún argumento, que no sea tu experiencia personal con cada uno, tu gusto.

Pero no me malinterpreten. No creo que un arte pueda ser mejor que otro, pero sí que muchas veces las adaptaciones no logran ser acertadas. Ocurre mucho que una obra muy apreciada es adaptada y no se logre captar la esencia de esta, que al final es lo importante. Pero no se puede generalizar que, por estos deslices, el problema abarque a todas las adaptaciones. Es más, incluso ocurre que la intención de la adaptación es usar los mismos elementos de la historia para formar algo totalmente diferente, fallando en adaptar la esencia de la obra, pero consiguiendo algo diferente de igual o más valor.

Pareciera que esto fuera lo que en inglés se conoce como un “No Brainer”, algo que en verdad no se necesita racionalizar tanto, sino que pertenece más al sentido común. Lastimosamente somos criados en una cultura y sin en verdad prestar atención, adoptamos creencias que realmente no interiorizamos, sino que las aceptamos sin tapujos. Así que volviendo a la pregunta de “El Padrino”, la cuestión no es si el libro o la película es mejor, la cuestión es ¿Cuál experiencia te gusto más?... Al final debatir gustos es una espiral estúpida e interminable. El viejo refrán nunca pudo ser más acertado. “Entre gustos no hay disgustos”.

Adenda

Me gusto más la película. El libro es bueno, como dije, pero la forma en que los protagonistas son presentados en el filme, me parece más acertada. Son pequeñeces; sonrisas, gestos, y pequeñas acciones, que son más acorde a la naturaleza de la historia.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Como deberían ser las comedias románticas "Silver Linings Playbook"


Anualmente, en la época de nominaciones de los numerosos premios que se dan entre final y principio de año, aparece una película que destaca sin tener, aparénteme nada llamativo. No destaca en efectos especiales, no es ningún drama histórico, no posee características de fantasía o ciencia ficción, tampoco es llamativa por cuestiones técnicas a pesar de que sean correctamente ejecutadas como la fotografía, o la dirección que no busca ser inusual o impredecible. Entonces ¿Qué tienen en particular este tipo de película que siempre logra colarse entre los grandes nominados? Pues en este caso (como en muchos otros), se trata de la historia, el guion para quien quiera ser técnico. Es un caso en que la historia, por la forma en que es contada, es lo suficientemente llamativa, como para no necesitar de más adornos para justificarse a sí misma.

Silver Linings Playbook, del interesante David O. Russell, cae en la categoría de este tipo de películas. A pesar de que la historia se deshilacha al final, ofrece una gran y divertida experiencia, que se agradece bastante y que está al nivel de sus nominaciones… por más que digan que la mano de Harvey Weinstein interviniera.

Diría que desde el inicio de la película sabes que no estás viendo cualquier comedia romántica. Empezamos con Pat Solitano, quien ha estado ocho meses en una institución mental debido a una crisis nerviosa provocada por su propio desorden bipolar y por haber encontrado a su esposa engañándolo. Bradley Cooper es el que le da vida a este personaje y lo hace de una forma que debió dejar a más de uno sorprendido (Cooper sabe actuar y lo hace muy bien), caminando por la delgada línea entre la sanidad mental y la crisis, vemos unos diálogos ingeniosamente divertidos que transcurren con este personaje.


Llega un momento en que Pat conoce a Tiffany Maxwell, interpretada por Jennifer Lawrence, quien sufre de problemas de ansiedad similares a los de Pat, a raíz de la muerte de su esposo. La magia no se hace esperar y Lawrence sorprende también con su interpretación, que acompañada con su espectacular “sex appeal” (La mayoría de hombres y algunas mujeres estarán de acuerdo conmigo), hace del personaje de Maxwell un perfecto balance entre lo divertido y lo problemático.

Y es que lo que le da su encanto a Silver Linings Playbook, son sus personajes. Me gustó  y sorprendió a la vez, ver lo profundos que eran y lo mucho que podías sacar de cada uno de ellos. Además de los dos protagónicos, están los papeles de los veteranos Robert De Niro y Jacki Weaver, quienes interpretan a los padres Pat. El padre, un hombre obsesionado con su equipo favorito de fútbol americano, en el que ha puesto sus esperanzas financieras para su riesgosa empresa de apuestas y la madre, que como bien en el filme lo dicen, es la columna vertebral que intenta sostener la locura en el hogar.

Hablando de locura, creo que está llega a ser de lo que se trata toda la película. Tengo que decir que Russell supo captar esa demencia por la forma en que filmó y manejó la edición, dándole toda esa atmósfera de caos que realmente muestra el estado emocional de los personajes. Diría que bastante inspirado en géneros musicales como el Rock y el Punk ya que transmite esas mismas energías visualmente.


Definiría al filme como una exitosa combinación de trabajos muy bien ejecutados. Desde la historia que permitía una decente e interesante descripción de los personajes, pasando por una edición supremamente acertada y unas actuaciones, todas merecedoras de nominaciones, llegando a una dirección precisa y descriptiva, que se acopla con mucha naturalidad al guion. La perfecta combinación de comedia, drama y romance.

Pero hubo algo que no me dejo disfrutar la totalidad de la película y que simplemente evitó que esta alcanzara bastante altura. Verán, mientras yo veía la película, me la estaba pasando tan bien por lo divertida y sagaz, que no podía dejar de decir en mi mente “así deberían hacer todas las comedias románticas”, pero nos acercábamos al final y de repente noté que algo faltaba, la película se hizo floja de repente y esto se volvió una bola de nieve cuesta abajo, que no pudo parar hasta el final del metraje. ¿Dónde estaba el ingenio de hace unos momentos? ¿En qué momento todo se volvió tan plano? Y sí, de un momento para otro, la película se desliza rápida y sigilosamente hacia un final fácil, un final clásico de comedia romántica. No sabría decir a que se deba esto realmente, no puedo decir que es mala escritura porque hasta ese momento todo iba bien, pero probablemente, ante el miedo de recargar mucho el filme, se decidiese por ir por la vía fácil. Es solo una suposición por supuesto y a mi gusto, nunca hubiera quedado más “cargado” si hubieran seguido con el tono y la energía de la historia.

En conclusión, la película es una pequeña joya que le faltó ser un poco más pulida, pero no deja de ser entretenidísima. El final no cumplió con expectativas, pero la verdad me digo que pase tan buen rato con toda la historia, que esa falla realmente no me quitaba el buen gusto de la boca.

Puntaje: 3.7 Copias de "Adiós a las Armas" de 5 (Lawrence esta como quiere)

lunes, 18 de febrero de 2013

El antes y el después "Django Unchained"



Una nueva película estrenada de Quentin Tarantino siempre será un gran evento en el año, o por lo menos para mí lo es, ya que gracias él fue que alguna vez me interese en este rollo loco del cine. Cabe enfatizar que cuando entré al teatro estaba muy emocionado, era la segunda del director que veía en salas de cine. Pero lo interesante de la cuestión fue cuando salí de la exhibición, porque lo único que podría definir mi estado en ese momento era la expresión “No lo vi venir”, y reafirmé lo que ya se sabe: Si Quentin quiere hacer una película, la hace como le viene en gana.

Empezaré por decir que al principio me sentí desubicado, ¿Por qué? Porque no sentí la presencia del director de inmediato. Es habitual que Quentin homenajeé otras obras que lo influenciaron, pero jamás lo hace sin perder su huella. En cambio aquí su rastro se me perdió y me desconcertó más aún que el ritmo empezara por ser mucho más rápido de lo habitual. No sentí a Tarantino, la película me dio la misma impresión que me dio al ver The Hobbit en el formato HFR, esa incomodidad que no le da naturalidad a lo que estás viendo.  No voy a mentir, llegué a pensar que Quentin había sucumbido a lo que él siempre ha temido, la realización de un filme genérico e inclusive mediocre. Pero eso fueron nada más las primeras impresiones e inseguridades de un fanático,  generadas nada más por 7 minutos de metraje y todavía me faltaba mucho más por ver.

Parte de lo que me originó esta primera impresión fueron los diálogos. Generalmente las películas de Quentin empiezan con una conversación o por lo menos contienen conversaciones que son particularmente largas y sustanciosas.  Además de la típica conversación, el dialogo en estas siempre tiende a ser ocurrente e inusual. Simplemente no puedes dejar de recordar temas como porque “Like a Virgin” de Madonna es sobre penes grandes, o si en Europa una “Big Mac” se llama “Royale With Cheese”, marcas clásicas que puso Quentin en la cultura popular. Esta película careció de estos diálogos y solo puedo recordar en particular una conversación que tampoco fue tan rica como en filmes anteriores. Podría pensar que esto es algo negativo sobre la película, pero más adelante pude entender el porqué.


Mientras avanzaba en la historia la primera cosa que disfruté fueron las tremendas actuaciones. Obligatoriamente hay que mencionar a Christoph Waltz, dada su candidatura a los premios de la academia, es merecida por supuesto y me acuerdo que iba predispuesto porque había escuchado algunas opiniones que manifestaban que Waltz repetía el papel que hizo en el anterior filme de Tarantino, “Inglorious Basterds”, como el Coronel Hans Landa. Lo que puedo afirmar después del ver la interpretación, es que lo único que el doctor King Schultz y El Cazador de Judíos tienen en común es su nacionalidad. El caza recompensas es totalmente diferente, con un aura paternal y compasiva, que Waltz supo dar con gran carisma. Debo decir que fue mi personaje favorito y que desde hace tiempo no me encariñaba tanto con uno.

A pesar de que Christoph Waltz hace una interpretación maravillosa, creo que no es lo más interesante en el reparto. Lo que más alumbra en el horizonte es el Calvin Candy de Leonardo Di Caprio. Cuesta creer que durante el rodaje haya llegado hasta los puños con Quentin por desacuerdos técnicos, porque el trabajo que entrega es fenomenal. La personificación del pretencioso terrateniente que esconde su vacío ser. Aquí creo que la academia cerró los ojos a propósito y no quiso ver un espectacular trabajo. Junto a Calvin Candy tenemos el Stephen de un maravilloso Samuel L. Jackson, otro descuido de la academia, la transformación es increíble y este actor demuestra sus grandes dotes entregando lo máximo en el papel, un personaje que odias y amas al mismo tiempo.

Al final creo que vale mencionar a Jamie Foxx como el protagónico que da título a la película. Aparentemente pareciera la menos impresionante, pero Foxx siendo talentoso como es (porque lo es), logra desenvolverse en la adultez del personaje, pasando de un esclavo analfabeta a un vaquero sorpresivamente inteligente y tenaz. No mucho material para la academia pero creo que ya quedo claro que los criterios de esta son bastante irregulares.


Llegó un punto en que tuve una epifanía, ya casi al final del segundo acto, me percaté de algo que me dejó fascinado, el porqué de mi desubicación ¡Esta es la primera vez que Quentin cuenta la historia épica del héroe y su viaje (valga la redundancia) épico! Es la clásica historia del caballero y la princesa que muchas veces hemos visto, pero de diferentes formas, y esta es la versión de Tarantino. Es también la razón de mi no-resonancia, ya que las historias del director tienden a tratar con temas sobre antihéroes y personajes atrapados por sus circunstancias más que por el deseo propio de lograr una meta. Y queda mucho más claro con la mención y obvia relación al mito del Cantar de los Nibelungos. Pura narrativa clásica, aquí no hay saltos ni elipses temporales, no nos movemos de adelante para atrás en una espiral confusa. Esto es una línea recta hasta al final y que, por trivial que parezca, es bastante interesante ver lo que hace Quentin con ello.

Ya después de darme cuenta de esto me sentí más tranquilo y todo encajo en mi cabeza, ya sabía a lo que el director apuntaba. Y entonces también pude apreciar las marcas clásicas “Tarantinas” que se movían en este nuevo ambiente. Una de ellas era la combinación de géneros tan habitual, que de hecho hacen de este Western el menos western de toda la filmografía de Quentin. Encontramos guiños hacia las viejas películas de artes marciales (el conocido gusto por los filmes protagonizados por Bruce Lee), al igual que escenarios al estilo clásico de acción como Die Hard.

Una particularidad es el tipo de comedia que es extraña en Tarantino, me refiero a que el uso de la ironía siempre tiende a hacer de un tono negro, pero aquí no. La comedia es más dado a lo inofensivo y es más situacional. Es una comedia que genera risas más inocentes que maliciosas. El filme tiene su buena cantidad de momentos así. Es extraño, sí, pero no es malo y como otros tantos aspectos (de los cuales ya mencioné algunos), es adecuado para la forma de narración. No diría que es como un sitcom pero por ahí va la cosa.


Mientras me deleitaba en mi nueva comodidad, caí en la cuenta de algo que me hizo avergonzar de mi ignorancia. No sé si fue porque había visto anteriormente otra película relacionada con la esclavitud en Estados Unidos, pero el gran holocausto que hubo durante este tiempo con toda una raza no pudo estar más claro en mi caso. Y parece mentira pero uno decide ignorarlo y centrar sus pensamientos en cosas más vistosas y más presentes en los medios, como por ejemplo la segunda guerra mundial. La sangrienta historia de estados Unidos y de sus terratenientes no tiene nada que envidiarle al Holocausto provocado por los Nazis.

Parece también mentira que esto me haya llegado con una película que tampoco buscaba ser tan seria con el tema, pero fue a través de la violencia que es tan común en un filme de Tarantino, que lo pude dimensionar. La violencia aquí no es realista y de hecho está más al servicio del espectáculo que de provocar alguna reflexión. No obstante, no pude dejar de pensar que probablemente la esclavitud pudo ser mucho más cruel y detestable que como es mostrada en el filme.

Django Unchained tengo que afirmar, es una gran critica a esta historia deshumana. Dentro de su espectáculo afirma el empoderamiento de una minoría que es capaz de alzarse contra adversidades raciales. Incluso hasta somos testigos de cómo el director se burla abiertamente del racismo y sus organizaciones como lo fue el KKK. Realmente presenta un respeto debido.


Este es un filme único en la filmografía de Quentin y con la única otra película que la podía comparar sería con Kill Bill. Las relaciono porque el apartado visual me recordó mucho al de esta. En todo lo demás, es nuevo por lo menos para su estilo.

Al final si pude apreciar su huella (sobre todo el tercer acto que es puro Tarantino), pero rodeada de ese insólito trato a la narración, esto lo veo como una consecuencia de la madures del director. El filme es irregular en partes, sí, pero la inconsistencia es por querer llegar a más y salir de esa degenerante zona de confort, que acaba con muchos otros artistas. Me atrevo a decir que esta película marcará un antes y un después en la filmografía de Quentin Tarantino.

Puntaje: 4.5 Dientes en Resortes de 5 (Con ganas de bañarse en betún y salir corriendo por la calle creyéndose la pistola más rápida del sur)


domingo, 10 de febrero de 2013

Lincoln: La persona, no el personaje



Lo  interesante de las películas que están basadas en acontecimientos de la vida real es que también adoptan un carácter informativo. Uno entra al cine, no solo para entretenerse con una buena historia sino para informarse sobre un evento histórico. Una clase de historia por mucho más fácil de recibir, que en cualquier aula de universidad. Pero obviamente esto no es confiable ya que en un filme siempre habrá esa atmósfera de ficción provocada por el punto de vista del autor (en este caso el cineasta).

Lincoln pareciera que fuese de este tipo de películas en las cuales uno entra a aprender y con lo que en verdad nos encontramos es con el relato de un hombre común y corriente, en una posición de poder cambiar las cosas aun rumbo mejor. Lo que el presidente logró no deja de ser interesante (y cómo lo logró), pero aquí nos enfocamos en su viaje personal como hombre, como padre, como esposo y como líder de una nación en un momento decisivo en la historia del país del norte (¡CANADA!... no).

Lincoln es dirigida por Steven Spielberg, que llevaba empujando su producción desde hace más de 10 años. Cuenta la historia del famoso Abraham Lincoln (¡duh!), no la historia de su vida sino más bien solo la parte que de hecho lo hizo tan reconocido. Junto a su gabinete presidencial, se sumergió en los laberintos tan turbulentos de la política para conseguir aliados y ganar fuerzas contra opositores, para hacer pasar la treceava enmienda que abolía la esclavitud en su país. Todo esto mientras tenía que lidiar con las negociaciones de paz con el sur, el deseo de su hijo por alistarse en el ejército y la inestabilidad emocional de su esposa.


Spielberg adopta una visión bastante estática que no resonaba conmigo al principio ya que usualmente sus películas son más vibrantes y dinámicas. Al avanzar la historia entendí que era necesario dada la naturaleza del guion y de la información de cual este salía. Por eso, prefiriendo una fotografía sin mucho adorno (pero perfectamente ejecutada) se facilita enfocarnos más en los diálogos y se agradece ya que este es un filme exigente. La información abunda como peces en el mar, es mucha, por lo cual lo mantiene a uno con el oído atento casi hasta el extremo de llegar a leer labios. La razón de esta exigencia hacia el espectador probablemente viene de la idea de dar veracidad al asunto y no volver esto una extravagancia cargada de acción (dígase Abraham Lincoln: Vampire Hunter).

El gran espectáculo aquí es el señor Daniel Day-Lewis, (monstruo de la actuación) conocido por su método de no salirse de personaje durante los rodajes. El tipo evidencia su talento con una naturalidad impecable. Personalmente creo que el presidente, en verdad, se veía así como lo interpreto Day-Lewis. Su encorvada postura, su letárgico actuar y su voz suave pero firme, son cosas que uno relaciona al personaje fácilmente. Pero además de la impresionante imitación, la actuación de Day-Lewis no se detiene ahí sino que es capaz de ofrecernos un retrato bastante emocional. No es un cartón, es una persona.

Además del señor Day-Lewis, resaltan las actuaciones de Tommy Lee Jones como Thadeus Stevens quien hace tiempo no entregaba una actuación tan vibrante y llena de personalidad, y de Sally Field quien proporcionó  profundidad a la figura de la esposa del presidente Mary Todd Lincoln.


El filme fue una experiencia en general buena, pero tengo que admitir que no pude seguir toda la historia con la suavidad que hubiera querido. No porque no pudiera mantenerme ante la exigencia de la película, sino porque no me encontraba familiarizado con la historia de la guerra de secesión. Al llegar a mi casa tuve que sumergirme en Wikipedia para aclarar ideas y entender todo. Aquí es donde siento que el filme le falto. No tiene clemencia con la ignorancia sobre tal conflicto y no se molesta en explicar ciertos personajes y eventos previos (como la proclamación de emancipación y la forma el que el presidente se apoyo en esta). Sinceramente, pienso que no está mal que una cinta te haga querer investigar más sobre un tema, pero si vas a investigar nada más para poder entender lo que acabas de ver, creo que no deja una buena impresión. De por sí, esto es una queja mínima y me imagino que algunos de ustedes no sintieron necesaria tanta explicación (algunos dirán que me falta a mí, saber más). Al final la historia, como bien dije, no es sobre el evento sino más bien sobre el hombre, y en esto el filme gana por montones.

Puntaje: 4 Sombreros de Copa de 5