Es curioso, estoy sentado viendo la pantalla del computador mientras escribo esto, tengo comida, servicios básicos y sobre todo internet, leo libros, reseñas y noticias todos los días, salgo a socializar o a hacer diligencias y después el trabajo. Es una vida promedio como estoy seguro que muchos viven. Todo esto se vuelve curioso en el momento en que te vuelves consciente de tu vida tranquila y normal, porque a partir de ahí, ves tu vida desde un punto de vista externo y desde el exterior eres capaz de apreciar (o más bien suponer) tu lugar en un sistema, que es obviamente más grande que tú y que ignoras a diario, las razones por las cuales tienes comida, servicios, internet, tu casa y tu lugar en el mundo.
Disculpen si me puse muy profundo, pero es un tema que intriga. Pasamos prácticamente toda nuestra vida sin entender siquiera, cómo es que estamos “seguros” en el interior de nuestra propia burbuja que llamamos vida y todo porque nos recargamos en instituciones a las cuales le proporcionamos poderes y libertades de acción más altos de lo normal. La forma en cómo estas instituciones decidan utilizar ese poder, es algo a lo que ponemos confianza ciega para ayudar a armonizar nuestro entorno.
La última película de Kathryn Bigelow, que vuelve a hacer equipo con el guionista Mark Boal, toca estos temas con uno de los acontecimientos más grandes de este siglo XXI: La cacería y posterior muerte de Osama Bin Laden.
La investigación que realizan los cineastas para la producción de esta película llega a sorprender y permite que esta sea rica en detalles, proporcionándole el realismo que la madurez de Bigelow ha sabido dar a sus filmes, pero en partes llega ser contraproducente por la cantidad de jerga técnica que abunda y desorienta, amenazando la fluidez narrativa.
La película está dividida en varios capítulos, pero primordialmente en dos partes. La primera parte se centra en la cacería y nos presenta el personaje de Maya, interpretado por una furiosa Jessica Chastain, quien siendo primeriza dentro de la CIA, es asignada al grupo de investigación y búsqueda de Bin Laden. Durante 10 largos años esta será la más grande obsesión de Maya, en la que encontrara grandes obstáculos y perderá amigos e incluso parte de ella misma.
Maya obviamente es un personaje inexistente, como la mayoría de los que abundan en esta historia (por obvia razones), pero ella básicamente representa a todos esos agentes e incluso toda una organización, que estaban concentrados en una única tarea. Vemos como desde pequeñas pistas, se atan cabos para llegar, con una grandísima dificultad e improbabilidades, al objetivo único. Esta primera parte es interesante en el sentido de que nos da un atisbo, de cómo en realidad se mueven estas organizaciones, mostrándonos lo correcto y lo moralmente “incorrecto” que la actitudes toman durante procesos así. No puedo decir que las cosas son como realmente la película plantea, teniendo en cuenta toda la polémica que la ha rodeado, pero en mi cabeza se va formando un sentido. Tal vez las torturas y el programa de convictos no haya sido tal cual, tal vez pudo ser peor o tal vez solo exageraban, pero por algo la información es ocultada y no creo que los intereses militares de una nación sean tan inocentes. De todas formas, es de esto de lo que se trata la obra en sí, de esa naturaleza oculta y poco clara de las operaciones gubernamentales.
La cacería, esa primera parte, es tremendamente informativa. Bigelow sabe darle esa naturaleza hostil a los sucesos y la evolución del personaje de Maya se da con bastante naturalidad. No era perfecto, la narrativa de la directora se volvía muchas veces errática y muy rápida para ocasiones en que no hacía falta generar sentimientos tan fuertes como el suspenso. Lo único que vemos, son interrogaciones, conversaciones, lecturas, reuniones y todo esto era tratado como una película de acción, lo cual no ayudaba a entender cierto temas, aunque esto se podría justificar con la idea general de la película: La oscuridad de cuestiones que al final ni siquiera en la vida real se llegan a entender totalmente.
Ya pasado bastante tiempo (esta es un cinta que da una buena sensación de alargamiento debido a la cantidad de información), Maya y su equipo logran dar con una pista clave que les permite especular con bastante fuerza sobre el paradero del líder terrorista. Ya después de establecer la famosa casa y haber superado ciertos obstáculos políticos, la operación comienza y así también la segunda parte del filme.
Aquí Bigelow demuestra con tenacidad su talento, porque toda esta segunda parte es la descripción detalladísima de la operación Lanza de Neptuno. En este punto descansamos de la información, las interrogaciones, la investigación y el fatigante drama político, para presenciar el gran operativo. El talento se desborda por la pantalla y Bigelow hace lo que mejor sabe hacer, entregándonos una pieza llena de suspenso inteligente y dando una lección de cine, de cómo se debe de realizar un drama bélico. El operativo es un éxito y el líder de al-Qaeda es dado de baja (¡Spoiler!... no lo es, así que se calman), finalmente Maya da confirmación del cuerpo y da finalizada su ardua tarea.
Pone a reflexionar sobre la complejidad de estas situaciones que tratan a las organizaciones como a los personajes involucrados en ella. Pienso que Zero Dark Thirty no debe ser evaluada por su veracidad, sino más bien por el significado de esta y por la propuesta a reflexionar sobre nuestra cultura global actual. No digo que no me interesen lo hechos verídicos, pero los trasciendo para darle paso a lo que la película quiera dar a entender. Definitivamente tengo que llamar esto, un logro de los cineastas y una muestra, no solo de buen cine desafiante, sino un registro de lo que el mundo (el verdadero mundo) es.
Puntaje: 4.3 Abu Ahmeds de 5 (¡Osama! ¡Osama!... ¡Osama! "Osama sale del cuarto")
La pelicula iba muy bien pero ese final para mi daño lo que habia construido 110 mins atras.
ResponderBorrarYo también tuve problemas con el final, pero después de reflexionar vi que era adecuado. De todas formas ¡Gracias por comentar! Estate pendiente de nuevas entradas.
ResponderBorrarProbablemente mi película favorita para los oscars de este finde. Lo único que quería después de salir del cine fue un masaje. Pocas pelis logran eso en mi, y que yo me las haya placenteramente aguantado.
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