lunes, 3 de agosto de 2015

Ant-Man no sabe lo que es.



Si una publicación de considerable longitud donde James Gunn declara su amor por Ant-Man no es suficiente para generar interés en cualquiera, entonces no sé qué lo hará. Vamos, el tipo escribió y dirigió Guardians Of The Galaxy, por lo que algo debe saber sobre escribir películas de súper héroes. (Además: Super).

Por lo menos para mí, ese fue el incentivo necesario para ir a ver a Paul Rudd en la piel de Scott Lang, porque para serles sincero, no tenía las mayores esperanzas por la cinta. Y si, tiene que ver con la salida de Edgar Wright como director.

Si no sabes quién este inglés de dientes separados, te recomiendo mucho que veas la trilogía de los “Tres Sabores de Cornetto” (Three Flavours Cornetto trilogy). Shaun of the Dead, Hot Fuzz, y The World’s End, no son solo grandes películas por mérito propio, sino que además son elaborados homenajes/parodias de géneros populares como la ciencia ficción, los zombis, y las cursilerías de películas de acción de los ochenta y noventa.


De Wright también es Scott Pilgrim vs The World, filme basado en el popular comic donde queda demostrado que el director no es tímido visualmente y no es ajeno a adaptar el noveno arte. Gran película, mejor comic, chequeen ambos.

Con tal experiencia, podemos ver que este hombrecito respira pasión por la ciencia ficción y el cine de género, y claramente tiene una voz propia en el tratamiento de sus filmes; era difícil no emocionarse. «MARICA, EDGAR WRIGHT VA A DIRIGIR UNA PELICULA DEL MCU»

Cosa que parecía muy linda para ser cierta. Sobre todo por la percepción general que Marvel dio en un principio, dando aparente libertad a sus colaboradores, como si fuera una especie de paraíso artístico. Todo esto terminó siendo como siempre: los artistas estaban siendo presionados. Cosa que no es de extrañar en este negocio. Entonces Avengers Age of Ultron fue estrenada y la fanaticada rugió en declaraciones sobre como la cinta de Whedon era una plasta y no dejaban de expresar su indignación sobre como la primera había sido mucho mejor.


Al fin, Joss Whedon salió a la luz declarando como no lo dejaron matar a los personajes que quería matar y le amarraron las manos para que no hiciera más de sus Whedoneadas. Al parecer Kevin Feige es el Harvey Weinstein de los comicbooks. Por supuesto que mucho antes ya sabíamos que Edgar Wright había renunciado como director de Ant-Man, proyecto al que al parecer le había metido todas las ganas.

En esos tiempos me decía cosas como «Tal vez él es muy diferente para la industria» o «Edgar no es el típico director de Hollywood, probablemente no encajó» pero con las noticias de Whedon y la revelación de los verdaderos planes de Marvel, volví a la realidad y recordé que estas productoras están, antes que nada, en la jugada por muchos $$$$$$$$$. Al parecer, ninguna libertad artística iba a evitar eso.

Pues sí, perdí mi fe en Marvel. (La verdad no, a mí me encanto Age of Ultron, llorones) y no le vi más futuro a Ant-Man, por la que Edgar Wright fue reemplazado por Peyton Revees, director de películas que hasta ahora me enteraba que tenían director.


Entonces leí la publicación que Gunn hizo en su página de Facebook y junto a una idea auto-infundada, con la que me quería convencer de que algo de Wright podía quedar el guion, mi interés se renovó. Creo que es suficiente decir que cuando salí de la sala de cine, estaba más que complacido.

Sin embargo, algo sobre el ritmo de la cinta no terminó de cuajar. No sé si alguien más lo notó, pero la totalidad del segundo acto de la cinta  se resume a un montaje de imágenes del protagonista entrenando. En la fórmula de estas películas, este tipo de escenas son normales: La transición de hombre a superhombre es natural, e incluso solicitada. Pero la cinta extiende estas escenas y las vuelve un capítulo más de la película, deteniendo la narrativa a tal punto de asemejase a una presentación de PowerPoint.

El ritmo cambia drásticamente y pareciera que los realizadores se quedaran sin tiempo para contar la historia. Intentan embutir un montón de narrativas a la audiencia en un tiempo muy corto. De un momento a otro, personajes resentidos se reconcilian y gran parte de la historia de fondo es revelada sin crear una adecuada tensión dramática preliminar. La comedia pasaba a drama, que a su vez pasaba a acción y que después pasaba a comedia, pero ¡Oh no!, otra vez drama. La tonalidad de la cinta se secciona disparejamente, como si fuera una pared de ladrillos hecha con cinta adhesiva en vez de cemento.


Pareciera que la naturaleza de las películas de superhéroes chocara con las sensibilidades cómicas de su director, quien hace todo lo posible para armonizarlas. El algunas ocasiones no lo conseguía, pero en muchas otras sí. El personaje que Michael Peña interpreta es un ejemplo de esto, convirtiéndose en lo mejor de la película. El hecho de que lo mejor de la cinta sea un elemento de «alivio cómico» es extraño, pero así es. Peña ya había demostrado que podía interpretar con gran humor a sus personajes con la cinta policiaca de David Ayer, End Of Watch, pero la fuerza cómica en Ant-Man es un nivel superior.

El éxito de la cinta se encuentra en la ejecución de la comedia, así que no tengo problemas de plantarle esa bandera. La película es una comedia, antes que una película de acción, de robos, o incluso, de superhéroes. Pero he ahí el dilema. La cinta es vendida y pide a gritos ser una película de superhéroes cuando ese no es su fuerte. El concepto visual de la cinta haría babear a cualquier artista, pero más allá de la ingeniosa representación de los poderes del protagonista, la mayoría de las escenas de acción se sienten planas y poco imaginativas. Sumado al ritmo disparejo de la cinta, los momentos catárticos se sienten apresurados y/o gratuitos.

Aun así, creo que Reeves hizo un buen trabajo, teniendo en cuenta la producción turbulenta que el filme tuvo. Después de la salida de Wright, tres guionistas se subieron al vagón de la escritura, incluyendo Paul Rudd, y en muy poco tiempo lograron sacar a delante un proyecto muy entretenido. Solo queda preguntarse como hubiera sido la versión de Edgar Wright y si esta hubiera sido mejor.

7/10


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Si, si hubiera sido mejor