lunes, 3 de agosto de 2015

Ant-Man no sabe lo que es.



Si una publicación de considerable longitud donde James Gunn declara su amor por Ant-Man no es suficiente para generar interés en cualquiera, entonces no sé qué lo hará. Vamos, el tipo escribió y dirigió Guardians Of The Galaxy, por lo que algo debe saber sobre escribir películas de súper héroes. (Además: Super).

Por lo menos para mí, ese fue el incentivo necesario para ir a ver a Paul Rudd en la piel de Scott Lang, porque para serles sincero, no tenía las mayores esperanzas por la cinta. Y si, tiene que ver con la salida de Edgar Wright como director.

Si no sabes quién este inglés de dientes separados, te recomiendo mucho que veas la trilogía de los “Tres Sabores de Cornetto” (Three Flavours Cornetto trilogy). Shaun of the Dead, Hot Fuzz, y The World’s End, no son solo grandes películas por mérito propio, sino que además son elaborados homenajes/parodias de géneros populares como la ciencia ficción, los zombis, y las cursilerías de películas de acción de los ochenta y noventa.


De Wright también es Scott Pilgrim vs The World, filme basado en el popular comic donde queda demostrado que el director no es tímido visualmente y no es ajeno a adaptar el noveno arte. Gran película, mejor comic, chequeen ambos.

Con tal experiencia, podemos ver que este hombrecito respira pasión por la ciencia ficción y el cine de género, y claramente tiene una voz propia en el tratamiento de sus filmes; era difícil no emocionarse. «MARICA, EDGAR WRIGHT VA A DIRIGIR UNA PELICULA DEL MCU»

Cosa que parecía muy linda para ser cierta. Sobre todo por la percepción general que Marvel dio en un principio, dando aparente libertad a sus colaboradores, como si fuera una especie de paraíso artístico. Todo esto terminó siendo como siempre: los artistas estaban siendo presionados. Cosa que no es de extrañar en este negocio. Entonces Avengers Age of Ultron fue estrenada y la fanaticada rugió en declaraciones sobre como la cinta de Whedon era una plasta y no dejaban de expresar su indignación sobre como la primera había sido mucho mejor.


Al fin, Joss Whedon salió a la luz declarando como no lo dejaron matar a los personajes que quería matar y le amarraron las manos para que no hiciera más de sus Whedoneadas. Al parecer Kevin Feige es el Harvey Weinstein de los comicbooks. Por supuesto que mucho antes ya sabíamos que Edgar Wright había renunciado como director de Ant-Man, proyecto al que al parecer le había metido todas las ganas.

En esos tiempos me decía cosas como «Tal vez él es muy diferente para la industria» o «Edgar no es el típico director de Hollywood, probablemente no encajó» pero con las noticias de Whedon y la revelación de los verdaderos planes de Marvel, volví a la realidad y recordé que estas productoras están, antes que nada, en la jugada por muchos $$$$$$$$$. Al parecer, ninguna libertad artística iba a evitar eso.

Pues sí, perdí mi fe en Marvel. (La verdad no, a mí me encanto Age of Ultron, llorones) y no le vi más futuro a Ant-Man, por la que Edgar Wright fue reemplazado por Peyton Revees, director de películas que hasta ahora me enteraba que tenían director.


Entonces leí la publicación que Gunn hizo en su página de Facebook y junto a una idea auto-infundada, con la que me quería convencer de que algo de Wright podía quedar el guion, mi interés se renovó. Creo que es suficiente decir que cuando salí de la sala de cine, estaba más que complacido.

Sin embargo, algo sobre el ritmo de la cinta no terminó de cuajar. No sé si alguien más lo notó, pero la totalidad del segundo acto de la cinta  se resume a un montaje de imágenes del protagonista entrenando. En la fórmula de estas películas, este tipo de escenas son normales: La transición de hombre a superhombre es natural, e incluso solicitada. Pero la cinta extiende estas escenas y las vuelve un capítulo más de la película, deteniendo la narrativa a tal punto de asemejase a una presentación de PowerPoint.

El ritmo cambia drásticamente y pareciera que los realizadores se quedaran sin tiempo para contar la historia. Intentan embutir un montón de narrativas a la audiencia en un tiempo muy corto. De un momento a otro, personajes resentidos se reconcilian y gran parte de la historia de fondo es revelada sin crear una adecuada tensión dramática preliminar. La comedia pasaba a drama, que a su vez pasaba a acción y que después pasaba a comedia, pero ¡Oh no!, otra vez drama. La tonalidad de la cinta se secciona disparejamente, como si fuera una pared de ladrillos hecha con cinta adhesiva en vez de cemento.


Pareciera que la naturaleza de las películas de superhéroes chocara con las sensibilidades cómicas de su director, quien hace todo lo posible para armonizarlas. El algunas ocasiones no lo conseguía, pero en muchas otras sí. El personaje que Michael Peña interpreta es un ejemplo de esto, convirtiéndose en lo mejor de la película. El hecho de que lo mejor de la cinta sea un elemento de «alivio cómico» es extraño, pero así es. Peña ya había demostrado que podía interpretar con gran humor a sus personajes con la cinta policiaca de David Ayer, End Of Watch, pero la fuerza cómica en Ant-Man es un nivel superior.

El éxito de la cinta se encuentra en la ejecución de la comedia, así que no tengo problemas de plantarle esa bandera. La película es una comedia, antes que una película de acción, de robos, o incluso, de superhéroes. Pero he ahí el dilema. La cinta es vendida y pide a gritos ser una película de superhéroes cuando ese no es su fuerte. El concepto visual de la cinta haría babear a cualquier artista, pero más allá de la ingeniosa representación de los poderes del protagonista, la mayoría de las escenas de acción se sienten planas y poco imaginativas. Sumado al ritmo disparejo de la cinta, los momentos catárticos se sienten apresurados y/o gratuitos.

Aun así, creo que Reeves hizo un buen trabajo, teniendo en cuenta la producción turbulenta que el filme tuvo. Después de la salida de Wright, tres guionistas se subieron al vagón de la escritura, incluyendo Paul Rudd, y en muy poco tiempo lograron sacar a delante un proyecto muy entretenido. Solo queda preguntarse como hubiera sido la versión de Edgar Wright y si esta hubiera sido mejor.

7/10


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Si, si hubiera sido mejor

jueves, 16 de julio de 2015

La herencia de Scott y Kubrick en Ex Machina


Ya va a ser bastante tiempo desde que vi una película que me cautivara tanto. Lo primero que tengo que decir de Ex Machina es que es un filme estéticamente precioso y profundamente provocador. A partir de su detallada estética, es suficiente para plantear ideas y emociones conectadas al miedo a lo desconocido y a la búsqueda de lo sublime.

La visión que Alex Garland, director de la cinta, construye, está basada en el establecimiento de una atmosfera opresiva, casi como una claustrofobia invertida, con la que amarra al espectador, mientras este se debate entre la dicotomía de naturaleza y tecnología que la impecable fotografía plantea. Las bellas imágenes de las planicies de Noruega son recurrentemente contra-puestas con el frío y aséptico cuadro de la ciencia que es tratada en la historia. Todo esto envuelto en el uso ingenioso de mecanismos propios del género del terror y el «body horror», y una banda sonora fuerte, agresiva e hipnotizante.


Es claro que Garland es un inteligente narrador. Su versatilidad no me queda en duda, a sabiendas que fue él quien escribió y produjo Dredd, el sanguinario y divertido flick de acción que deja en pañales a cualquier película moderna de este género. Lo cual hace más impresionante su transición a un filme que no busca complacer la cultura popcorn. Un filme que es mucho más reservado en lo que muestra, en pro de narrar más y abarcar temáticas más complejas. Existen innumerables referencias a otros grandes filmes del género, e incluso, a artistas, filósofos y científicos que de una manera u otra han aportado al imaginario de la ciencia ficción y la creación de esta historia.

La actuación de Oscar Isaac encaja cómodamente dentro las intenciones del filme y sirve como un catalizador tanto dramático, como meta-ficcional. Es por medio de él que le es permitido al espectador tener un reflejo de su misma humanidad. Tal efecto es complementado en triada, junto a los otros dos protagonistas de obvios matices religiosos.

La cinta es una experiencia sensorial única y una muestra de cómo se narra a partir de las herramientas que solo el cine puede aportar. Ex Machina disfruta de tener una narrativa sólida, que muy fácilmente se alinea con las temáticas del filme, pero al mismo tiempo se atreve a trasgredir su propia tonalidad dramática para crear una experiencia diferente, compleja y francamente incomoda (en el buen sentido). El único otro director que creo logra lo mismo es Stanley Kubrick. Y si, la comparación lo amerita.


En este punto, creo que es claro que el filme merece ser visto por todos. Dentro de un mercado saturado de «ciencia-ficción a medias» como son las películas de superhéroes, es gratificante ver una propuesta diferente. Sin embargo, tal propuesta no es nueva.

La inteligencia artificial ha sido un tema tratado hasta la infinidad en el cine, junto a todas las implicaciones filosóficas que esta concierne. Algunas son un bodrio, otras obras maestras. He de aceptar que muy dentro de mí existe un lugar especial para Blade Runner, la cual considero la mejor en su género y temática. La épica neo-noir que Ridley Scott adaptó de la novela de Philip K. Dick provoca la reflexión sobre temas como identidad, existencia y humanidad a través de una narrativa intrigante y estéticamente inteligente.

Ex Machina no se rige bajo las pretensiones del cyberpunk como Blade Runner. Si hubiera que ubicarla en un género, probablemente sería uno que tuviera el prefijo post- de frente. Sin embargo, en cuanto a narrativa, no se aleja de la antecesora. Aunque el contexto histórico-tecnológico sea diferente, las ideas reflexionadas no se distinguen, sino que más bien evolucionan dentro de los diálogos y cavilaciones de los personajes. Como si la película misma reflexionara sobre la cinta de antaño.


En los 80 la ciencia-ficción dura, meramente alcanzaba a llegar al asombro dentro de la cabeza de los consumidores. La desventaja de la innovación es que el shock que provoca, ciega temporalmente su análisis. Hoy en día, estas temáticas han sido tan absorbidas que le damos tres vueltas al asunto y lo damos completamente por entendido. Si bien, no deja de ser un área interesante de explorar, los narradores se han encontrado contra una barrera, que no deja reflexionar sobre temas que vayan más allá de los que otras historias han tratado. Tal vez, (y esto lo digo con gran informalidad) es posible que no hayamos conciliado el hecho de estar viviendo en los tiempos «imaginarios» que las viejas novelas y películas de ciencia ficción planteaban.

Teniendo en cuenta esto, creo que Ex Machina es más un ejercicio sobre una temática cansada, que un innovador en la propuesta. Lo cual no le resta méritos, pero tampoco se los agrega. Es indudable que es de los mejores estrenos del año y una de las grandes de su propio género. Podría incluso, afirmarla como la culminación de una era que dará pasó a otra, en donde la evolución del género tomará una nueva vida. Pero bueno, hasta que ese comentario sumamente pretensioso se cumpla, podremos decir que hemos visto una muy buena película.

8/10


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Amo esta puta escena

lunes, 13 de julio de 2015

El mejor elenco de la historia en August: Osage County -Netflix y Las Horas Perdidas


August: Osage County es una sorpresa que no me esperaba llevar. Si en el 2013, año de su estreno, la hubiera visto, no tendría duda de que sería una de las mejores películas de ese año. Al parecer la crítica especializada no pensó como yo, lo cual hizo que llevara del bulto y pasara desapercibida. Lo curioso, es que si se hace un poquito de investigación, al leer la mayoría de críticas sobre la cinta, nos encontramos con que hay más elogios que críticas hacia esta.

La razón por la cual, al parecer, no fue suficiente para la crítica, y mucho menos para el público, fue la naturaleza deprimente de la historia. Porque si algo es cierto, es que la cinta no es un musical fantasioso de alegría. Más bien, un retrato de la disfuncionalidad heredada de generación a generación, que ha carcomido por dentro a diferentes familias en el mundo.

Es entendible que estos temas puedan ser difíciles de captar para una audiencia promedio. Si bien, en todo hogar existe cierto grado de disfuncionalidad, en la mayoría de los casos nunca son tan serios. En cambio, para el que si haya experimentado el ser pariente dentro de una familia con graves problemas, podrá dar fe de que las situaciones planteadas en el filme no están muy alejadas de la realidad.


La familia retratada en la película cumple con todos los requisitos para recibir una visita de servicios sociales (o más bien una redada). Reunidos dentro de una casa en medio de la nada de Ohio, después de la desaparición del patriarca de la familia, el conflicto nunca deja de estar presenta cuando secretos comienzan a ser revelados y heridas viejas comienzan a ser abiertas.

Para poder lograr que conflictos de este calibre tomen vida en la pantalla, era necesario tener un talento lo suficientemente grande como para poder lograrlo. Por lo que la cinta reúne a un grupo de actores, que probablemente, hayan formado uno de los mejores y más grandes repartos corales de la historia.

La cinta se baña en talento cada vez que los actores buscan desesperadamente hincar el diente en los ingeniosos diálogos de un inteligente guionista. A la cabeza de todo se encuentra Meryl Streep que una vez más vuelve a justificar sus cuatro premios de la academia. Sin embargo, no se quedan atrás lo demás miembros del elenco como una Julia Roberts que va a la impresionante par de Streep y un Chris Cooper que emana cruda sinceridad. Margo Martindale, Juliette Lewis y Benedict Cumberbatch, son uno de los tantos nombres que cumplen espectacularmente con las exigencias dramáticas de la historia y de sus personajes.


Si piensas que la premisa da para hacer una buena comedia, no está muy lejos de la realidad. El guion es adaptado de la obra de teatro ganadora del Pulitzer del mismo autor, Tracy Letts, que cae sobre el género de comedia negra. Sin embargo, el director de la adaptación, John Wells, decide aplicar un tratamiento mucho más dramático. Muchos críticos han señalado que tal tratamiento hiere a la intencionalidad de la obra original. Como yo no vi está en las tablas, no puedo dar fe de ello. Probablemente tengan razón los que saben. No obstante, yo juzgo sobre la base de lo que la película misma logra y no sobre el bagaje que representa.

Y lo que logra es tremendamente genial. Dentro de la claustrofobia que la fotografía forma en aquella casa, los desafíos que imponen el maltrato emocional y la crianza descarriada evidencian la dificultad de vivir con estos. La idea de que probablemente nunca podamos dejar atrás los rencores con los que crecimos porque son estos los que hacen parte de nuestra propia identidad es el tema central de la cinta, que solo se limita exponerlo. Porque la soluciones son de cada quien.

8/10


martes, 7 de julio de 2015

RUSH de Ron Howard -Netflix y La Horas Perdidas


Empezamos la nueva sección con una película que el director Ron Howard estrenó en el 2013 y al parecer nadie le prestó atención. Incluso, en la época en que yo me las quise dar de reportero cinematográfico, escribí lo que sería una de las entradas menos leídas de este blog, tristemente matando mi carrera como periodista. La cinta acabó siendo desapercibida y a pesar de que su reparto consistía en nombres conocidos (Uno de ellos Avenger), no recuerdo que hubiera mucho revuelo por la cinta. Uno que otro portal grande (Y verdadero) de noticias intento iniciar rumores sobre nominaciones para el Oscar, pero con muy poca chispa, que al cabo ni fue nominada a nada. Parecía que Rush fuera un sueño del que mucha gente olvidaba haber tenido.

Lo cual es curioso porque este es el tipo de película que tiende a generar gran alboroto. Ni el nombre de Ron Howard, director del filme favorito de los verdaderos «connoisseurs» A Beautiful Mind, fue suficiente para generar conmoción, siendo que él es un peso pesado en la industria. La fórmula sobre la que está montada la película gritaba oro de premios y cumplía con todos los requerimientos para ganarlos o al menos ser nominada.

Pero bueno, al parecer el mundo dijo «Meh…» y la vida siguió. ¿Y cómo culparlo? Rush no es más que otra película que se disfraza detrás de su frívola trascendencia. Una historia muy simple narrada de una manera muy aparatosa. La cinta sufre por seguir la tendencia de los biopics que no deciden si son ficción o documental, y terminan apretujando un montón de acontecimientos sin tener en cuenta ritmo o coherencia.


Porque a pesar de que está basada en la vida real y uno está esperando verdadero y consciente análisis de sus personajes, el filme prefiere enfocarse en como maquillar la realidad; problema del que no es ajeno Howard. En últimas, esto hiere la experiencia, ya que como espectador, no puedo tomarme en serio los sucesos que me presentan.

La trama sigue la rivalidad de dos legendarios pilotos de Fórmula 1, James Hunt y Niki Lauda, que al parecer según la película, se odiaban a morir en los 70, en el pico de sus carreras. Bueno, en realidad no. Si bien en el mundo de la Formula 1 siempre han existido rivalidades, estas no han llegado a existir más allá de la competición misma. Incluyendo esta. Lo que al parecer no es suficiente para hacer una buena historia, así que los eventos en el filme son exagerados.

Los protagonistas son convertidos en caricaturas de sí mismos, siendo marcados como vacas con simples rasgos de personalidad para que una audiencia pueda identificarlos fácilmente. Uno es el mujeriego y fiestero, y el otro es el serio y amargado. Más allá de esto, no hay verdadero desarrollo de personajes, perdiendo una oportunidad de poder explorar la verdadera humanidad de estas personas. Una oportunidad desaprovechada, teniendo en cuenta que los protagónicos de Chris Hemsworth y Daniel Brühl demostraban tener la capacidad para desarrollarlos correctamente.


Niki Lauda, por ejemplo, es presentado como un megalomaniaco misántropo, casi como un villano de historietas. Porque esa es la única manera que Howard parece poder justificarlo, sin entender que las personas experimentan diferentes tipos de emociones y que algunas apariencias herméticas, son solo eso, apariencias.

Ahora, esas siluetas de lo que pudieron ser personajes entrañables no se hicieron solas. Parte de esto tiene que ver con la forma en que la cinta está narrada, queriendo estrujar un millar de acontecimientos en la vida de los personajes, en un intento de darles esa profundidad que tanto les hace falta, pero provoca todo lo contrario. Porque la profundidad no se gana con la cantidad de información que se dé sobre cierto personaje, sino como este actúa ante las situaciones. El saber si el tipo se casó y se divorció no me da nada, pero si veo que decisión toma el personaje en una situación de vida o muerte, me dice mucho de este.

A pesar de que para una película sobre autos veloces, el montaje rápido y las tomas de motores, válvulas y diferentes componentes de un carro ya son un cliché, siento que Ron Howard pudo salir adelante con un estilo bastante diferente a lo que suele hacer. La energía visual iba acorde a la cinta y hubo bastante dulce para los ojos. Excepto por una o dos partes en que decidieron usar animación por computadora en vez de carros de verdad, el filme se ve precioso.

Tal tratamiento visual dio pie para lo que Howard sabe hacer mejor: Melodrama. Apela fuertemente a las emociones y sensacionaliza acontecimientos que en situaciones normales no tendrían gran dramatismo. Las escenas de carreras son excitantes y constantemente amenazadoras, haciéndonos temer falsamente por la vida de sus personajes. Es espectáculo sin sustancia, pero espectáculo al fin de cuentas.


Y no más, porque este filme no tiene capacidad de ser algo más que ese melodrama. No tiene la fuerza dramática para hacerlo. Lamentable, teniendo en cuenta que la historia, particularmente la de Lauda, es bastante interesante. Creo que los cineastas se dejaron atrapar por la idea de hacer una película sobre una rivalidad cuando claramente una de las dos historias era más interesante: la de Lauda.

Creo que si se hubieran concentrado en este personaje hubiéramos tenido un filme más sólido. La historia de James Hunt es la misma del rockstar que se ha contado varias veces. En cambio la de Lauda es una historia de diferentes matices, empezando con que él mismo es un personaje bastante complejo. No el más atractivo, pero no menos interesante.

Al final, creo que se contó una historia mucho menos interesante de lo que se pudo contar. En un afán por ponerle glamour a la realidad le quitaron la emoción cruda de los acontecimientos. El accidente que sufre Lauda y la forma en que se recupera de este, hacen parte de los elementos de la historia que se desaprovecharon, pudiendo ser el eje central de esta. Howard dirigió un filme entretenido que le falto mucha humanidad.

6/10


lunes, 6 de julio de 2015

Netflix y Las Horas Perdidas

Porque en el momento es el único medio casero que tengo disponible para ver películas, me pareció oportuno aprovechar la oportunidad y fomentar una buena causa. No juzgo al que acuda a la piratería, la verdad sea dicha, en Latinoamérica todos somos culpables. Sin embargo, creo que es importante apoyar el medio que uno ama, así sea con una cuota mínima mensual de catorce mil pesos colombianos. Por cierto, no me están pagando por publicidad (Ya quisiera yo).

Decidí entonces inaugurar una nueva sección en el blog llamada «Netflix y Las Horas Perdidas» donde reseñare películas que se encuentran disponibles en el servicio de streaming. Tengan en cuenta que tales películas están disponibles alrededor del tiempo de la publicación, por lo tanto, si eres del futuro y lees una reseña muy vieja, no te enfades si no llegas a encontrar la película. Dado que tal cosa llegue a suceder, por lo menos espero que Popcorn Time sea legal en el futuro y los cineastas hayan desistido de su causa sin sentido de cobrar por su trabajo.

La próxima publicación estrenará la sección así que estén pendientes.

No cedan al pecado hijos míos

No se dejen robar la plata de Terminator: Genisys


A este punto no me voy a quejar de relanzamientos, ni refritos, ni remakes que Hollywood constantemente nos esta empujado por la garganta. Es una realidad y como toda realidad, hay que lidiar con esta de una manera adulta. No te gustan los remakes, no los veas; sabotea en lo que no crees al no consumir de esto. ¿Te causa curiosidad? Míralo y después enfréntate a las consecuencias como el adulto que eres.

Yo, por ejemplo, tuve que pagar por las consecuencias de ir a ver Terminator: Genisys. Porque a pesar de ese terrible título y el horrible historial de secuelas después de The Terminator y Terminator 2: Judgment Day, sentía curiosidad por esta nueva entrega. Contra viento y marea, me senté en la sala de cine con buenas esperanzas, a sabiendas que la cinta tenía todo en su contra, incluyendo una lamentable campaña de marketing con la que habían revelado el momento sorpresa de la película. Me dije «Que carajos», James Cameron dice que esta si es buena, y Khaleesi es Sarah Connor. ¿Qué podría salir mal?

Todo.

Bueno, no todo. La forma en que justificaron a un Arnold Schwarzenegger de 67 años, interpretando al robot asesino que lo hizo famoso, es lo suficientemente decente como para evitar el ridículo. Tanto como para volverse lo mejor de la película. Hay cierto ingenio al usar los efectos generados por computadora en algunas escenas de acción, que las hacen bastante alegres para el ojo y Emilia Clarke no hace un mal trabajo como la mamá del salvador, aunque a veces pareciera una imitación de Linda Hamilton; cosa que puedo pasar por alto, porque, pues, me la pase babeando por ella.


A parte de una muy buena recreación del estilo y momentos de la primera Terminator y la forma en que conectaron esa película con esta nueva entrega, no puedo pensar en más cosas buenas que decir sobre esta. Es más, no quiero, porque no se lo merece.

Genisys representa la parte más repugnante de este negocio. No existe ni una pizca de respeto por la audiencia, y de plano, es cine mal hecho. Encima de todo, resulta que ahora, narrativamente, la película borró cronológicamente las dos primeras y mejores cintas de la saga. Así como lo oyen, si llegan hacer nuevas entregas (que probablemente sea el caso), Terminator uno y dos jamás existieron. Nos dejaron de dar el bistec de la mejor calidad posible y nos dejaron con una hamburguesa de McDonald’s de hace treinta días.


El guion es un desastre y la dirección no lo ayuda para nada. De alguna forma, incurrieron en uno de los pecados que se supone los profesionales no hacen. Establecen premisas y no tienen la decencia de explicarlas. Un asqueroso Deus ex Machina. Si por desgracia te encuentras viendo esta película y te preguntas «¿De dónde salió ese personaje?», la respuesta será un balbuceo, una mirada perdida y un «Eh… Mira, ¡Explosiones!».

Explosiones que ni siquiera son tan buenas. Las secuencias de acción están terriblemente ejecutadas, excepto por algunos momentos, como ya dije. Pero en su mayoría es basura generada por computador, que no me genera ninguna emoción porque no me la creo. Todo se ve falso y hay una persecución en helicóptero particularmente mongólica. Cosa que ofende más, porque Judgment Day tiene una de las mejores escenas con un helicóptero jamás hechas.

Paremos un momento y hablemos de este tipo:


No sé cómo se llama, pero entiendo que actuó en la saga de Divergent y en la quinta entrega de Die Hard. Él interpreta a Kyle Reese, uno de los personajes más importantes en la saga de Terminator. Él no es Kyle Reese. En primera, porque un retrato de Kristen Stewart tiene más expresión que él. En segunda, porque ha sido la peor elección para el personaje, revelando la falta de criterio del director. Se supone que Kyle Reese es un soldado del futuro apocalíptico, donde los recursos son escasos y la muerte siempre está acechando. Por lo tanto, su apariencia debe estar afectada y con esto se incluyen cicatrices, delgadez, y cierta mirada de locura por tanta mierda que ha visto en su vida. Reese no es un muchacho bonito, que va todos los días al gym y está en los sueños de todas las quinceañeras, como este tipo.

La cinta es un mal producto que fue sacado al mercado a sabiendas que es un mal producto. Claro, con el nombre de Terminator ¿Para qué calidad?, la gente pagará sí o sí. Ningún productor, director, o guionista hubiera dejado estrenar este bodrio con la consciencia limpia. Y esto es lo más triste y es la consecuencia con la que tengo que lidiar porque yo participé en el éxito comercial de esta película. Y me siento robado. Así que, si todavía no la han visto, por favor no vayan a verla. Ni siquiera la pirateen y usen su tiempo para ver las dos primeras cintas de la saga, porque si hay un consuelo, es que todavía existen.

3/10

Es que ni me molestas spoilearles.

P.D: Para los fanáticos de Doctor Who que estaban emocionados por Matt Smith. Lo siento tanto por ustedes.

sábado, 4 de julio de 2015

El problema con el periodismo cinematográfico

Como yo no tengo vida, estoy suscrito a un montón de sitios web sobre cine para poder mantenerme informado sobre lo que ocurre en este medio. Más tarde que temprano me di cuenta que eso ha sido un craso error. Las compañías que se dedican a informar sobre el mundo de las películas tienen un grave problema para decidir que es relevante y que no. Compañías como Empire o The Hollywood Reporter manejan tan desesperadamente la información, que recurren a tácticas periodísticas del más bajo nivel. Con estas me refiero a las listas o también llamados tops, que son fáciles de hacer y no contienen información que valide su existencia. Al mismo pobre y degradante estilo de Buzzfeed.

¡Puta mierda! ¡Buzzfeed es un puto cáncer sobre la información!

Sin embargo, existe una tendencia más aterradora, que esta intercalada con la esencia misma de promocionar las grandes producciones. En una táctica desesperada por generar gran expectación o hype, los medios han empezado a recurrir al spoiler, revelando grandes cantidades sobre la trama de una película, antes de su estreno, con la intención de que el fanático promedio surja de la cueva de donde se encontraba y se reúna con otros fanáticos que salieron de otras cuevas diferentes, a hablar sobre lo que les parece y no les parece de la nueva producción.

Cuando me di cuenta de lo que sucedía, aprendí a quedarme en mi propia cueva. No valía la pena discutir por cosas que ni siquiera había experimentado todavía. Además, estos medios no tienen ni la decencia de confirmarlo. Lo publican todo bajo la bandera de la especulación, lo cual hace más irritante el problema. ¿Por qué querría especular sobre lo que va a pasar en una nueva entrega? ¿No se supone que el punto de este entretenimiento es que uno se sorprenda? Al decir que están «especulando», crean una cortina de humo que evita que una horda de fanáticos los ataque por escribir spoilers.

El fenómeno es tal, que a alcanzado el nivel del sin sentido. Nunca se quedan sin cosas sobre las que publicar, así sean las más mínimas. ¿Algún actor reconocido habló una frase diminuta sobre la producción de la película? Escriben un artículo entero sobre eso. Cinemanía, una página muy buena que odio (Así soy yo) es uno de los tantos pecadores. He aquí dos ejemplos que, curiosamente, los encontré consecutivos:


¿No preferirían ver el funcionamiento del traje de Ant-Man cuando estén en el teatro viendo la película? Se supone que ese debe ser un momento emocionante de la trama, en el que puedas decir «Oooh, entonces es así como funciona» no « Pff, ya lo había visto hace dos meses por ser un impaciente y me arruine el momento». Lo mismo sucede con los uniformes de los (¡LAS!) Cazafantasmas, que se suponen son una pieza icónica de la franquicia y que pueden servir como momento generador de nostalgia y emoción en la película.

En las redes sociales también nos tienen invadidos. Miren, por ejemplo, este link de Cinemablend, otro portal que amo y odio al mismo tiempo:

Primera imagen de Wonder Woman como Diana

Otra vez ¿Por qué querría enterarme de un momento que probablemente sea más efectivo en el cine, que viendo unas fotos en internet? Las películas son para verlas, no para leer sobre ellas. Y aunque pueda sonar un poco hipócrita de mi parte, permítanme defenderme de la siguiente manera: Por lo menos yo aportó a la discusión. Al final del día, de eso se tratan las reseñas y críticas (Las que están bien escritas, no las que se dedican a narrar la película y no evalúan nada). Estas «noticias» no aportan a la discusión, porque a la final, por más trama que puedan revelar, no hay nada que discutir si no se ha visto la cinta.

Mi consejo es que eviten esas noticias como la plaga. No se dejen atrapar por esos títulos-carnada como «ASÍ SERÁ LA ESCENA FINAL EN LA NUEVA STAR WARS» o «PRIMERAS IMGENES DEL RODAJE DE TAL PELÍCULA». Y ya estando en estas, limítense a nada más ver un teaser de alguna nueva producción, porque hoy en día los tráiler no tienen la decencia de no revelar la trama. En cuanto a la especulación, déjensela a los foros o a Reddit; no a un periodista que lo disfraza de noticia.

viernes, 3 de julio de 2015

Cómo convertirse en YOUTUBER o ¡La mejor manera de hacer plata sin hacer nada!

Antes que nada, yo no busco cambiar la forma en que tú, amigo lector, consumes entretenimiento. Si para ti, la mejor forma de relajarte después de un horrible día en el trabajo es buscando videos de diferentes animales copulando, haya tú. Cada quien es dueño de su computadora y cada quien sabrá como pasar sus ratos de esparcimiento. Así sea riendo con los sonidos que hacen las tortugas.

Mmmm
Aclarado eso, me gustaría saber porque hay tanto contenido basura en internet. No, de verdad, ¿Por qué hay tanta gente hablándole a una cámara, diciendo estupideces en un canal de YouTube, y ganando millones por hacer nada? ¿Quién ve a esta gente? Bueno, aparentemente muchos, y por ello no voy a discutirlo como negocio.

Porque es un buen negocio. Cualquiera puede comprar una cámara, o en su defecto usar un celular y listo. ¿Tu amigos te dicen que estas buena o que eres pinta? ¿Qué eres carilindo? ¿Te ponen comentarios en tus fotos de Instagram como «BOLLO!! QUE RICO», como niños desnutridos que no tienen otra referencia de belleza que no sea la comida? Estas de buenas, puedes ser un youtuber.

No te preocupes, no tienes que estudiar, y la verdad, tampoco tienes que saber nada en general. Wikipedia siempre está al alcance, y eso, solo si quieres hablar de algo interesante, porque hay infinidad de temas de los que probablemente tú ya eres experto/a. Puedes empezar todos tus videos con un «HOY HABLAREMOS DE ˂Inserte palabra vaga y subjetiva como AMIGOS, ROPA, CHISTES, DIOS, o si se te sientes transgresor/a: NOVIOS/AS˃…». 

Si sientes que elegir un tema y reflexionar sobre este ya es mucho para ti, no desfallezcas. Resulta que la gente se gana la vida haciendo estupideces. Comienza a retar a tus amigos, creadores de contenido de calidad en la comunidad de YouTube, a llenarse asquerosamente la boca con cuanto malvavisco puedan, o comer una cantidad peligrosa de canela, o simplemente deformarse los labios con un vaso.

Si al final nada de esto resulta, puedes recurrir al grandioso género de vloggeros. FILMA TODO. A tu perro, fílmate mientras cocinas, filma al hijo gracioso de la vecina que te lo prestó para hacer un video. Filma todo. Después, editas colocando alguna música por defecto de Garage Band y listo, disfruta tus tres millones de visitas.

La magia de esto es que no te cuesta nada. Te tocará aprender a hacer alguna mueca o cambiar tu voz de maneras irritantes, pero nada serio. Con unas 5 horas a la semana (si le metes empeño) serás una celebridad. Y pensar que mucha gente se mató tantos años por llegar a tener el éxito que tienen.

Ok, ok, dejemos el sarcasmo a un lado. Creo que mi opinión sobre algunos youtubers (Que ustedes sabrán cuales son) quedó bastante clara. Pero en toda seriedad ¿Por qué no hay gente que piensa más así? ¿Por qué hay tanta gente que dedica cinco o seis minutos de su vida para ver a alguien dar su opinión sobre un tema tan trivial? ¿Es que no tienen amigos con quien hablar? ¿La gente no se ha dado cuenta que estos son el equivalente de las telenovelas?

Algo que si hay que aceptar es que estos «creadores» han sido inteligentes para ganar dinero, y han sabido capitalizar su propio nombre. Cosa que no puedo decir de los nuevos competidores. Porque lo triste del asunto no es que existan estas personas, sino que influencien a muchos y les hagan creer que con dárselas de raro e interesante es suficiente para ser alguien en la vida.

Pero lo que en verdad es molesto, es que la atención del público se pierda de cosas verdaderamente interesantes. Porque buenos creadores de contenido si existen. Y es que ni siquiera debería decir “buenos”, sino contenidos nada más. Porque es contenido de verdad, no el espejismo que te hacen creer estos personajes.

No voy a mentir. En un momento de mi vida yo también estuve enganchado a estos youtubers y me reía de cuanta pendejada decían. Sin embargo, saliendo de la adolescencia y entrando a la adultez, comencé a aprender sobre lo valioso que es el tiempo. Me puse metas personales sobre quien quería ser en la vida y me di cuenta que cada segundo vale. Por lo que separe las cosas que sentía que me aportaban, de las que no lo hacían para nada.

Tal vez pueda sonar frívolo, pero pienso que el tipo de entretenimiento que consumes dice mucho de ti.  Si bien, ser alguien en la vida no se consigue viendo contenido en internet (por dios que no), al final todos necesitamos un rato de ocio. ¿En que lo gastas tú? Recuerdo muy bien el día en que viendo uno de estos videos la pregunta llegó a mi ¿Por qué estoy viendo a alguien hablar bazofia sin sentido en frente de una cámara? Creo que todos hemos tenido ese momento de «¿Qué hago con mi vida?».

En internet hay grandes creadores de calidad. En este artículo hablé de uno, pero la gama es casi infinita. Gente que hace documentales, o analiza algún medio por el que tú tengas interés. Hay tutoriales de todo tipo y comediantes que de verdad le echan cabeza a lo que es gracioso y lo que no. Hay series web que son de muchas más calidad que cualquiera que puedan pasar por televisión, y hay músicos independientes que tienen un repertorio espectacular. Gente que habla de fitness o de salud y están bien informados, y gente que discute política, literatura, sexualidad o filosofía. Eso son los creadores de verdad, los que buscan aportar algo, no gente que se dedica a construir un culto a la personalidad de ellos, sin hacer nada de verdad.

Y si nada de eso te convence, pues siempre estará el rey: apagar el computador y ponerse a leer un buen libro.

No estoy satanizando nada. Seguramente si miran mis suscripciones de YouTube, encontraran alguno que otro tipo que se dedique solo a hablarle a la cámara y que todavía me pueda sacar una risa estúpida. La idea es que eso represente un mínimo porcentaje de mi tiempo libre.

Igual, como dije, allá ustedes con lo que quieran ver. Yo solo los estoy invitando a reflexionar sobre el asunto (Si es que creen que hay algo sobre lo que reflexionar). Es más, si son lectores recurrentes del cuchitril este, los invito a reflexionar también. ¿Por qué tienen que leer a alguien que se cree tan ilustrado sobre cine? Mientras, yo iré a buscar el video de la tortuga.

jueves, 2 de julio de 2015

Inside Out es deprimente


Creo que no es difícil afirmar que Inside Out ha enamorado al mundo entero. Tiene un aprobado de 98% en Rotten Tomatoes, y las redes sociales se han inundado con declaraciones de adoración por la cinta. Para ser un proyecto que Pixar tuvo en desarrollo por muchos años, en donde la historia fue reescrita varias veces, no les ha ido nada mal. Pero creo que ese desarrollo les afecto, y el resultado que fue la última producción de Pixar sufrió por este.

Porque es un película difícil de asimilar. El concepto de su historia se encuentra atrapado entre el público potencial que puede gustar de esta y el objetivo comercial que son los niños. La historia tambalea mientras intenta darle gusto a todos.

Eso de por si no es malo. La animación, sobre todo en Hollywood, nunca ha tenido problema en crear narrativas interesantes para todas las edades. No por nada se dice que son películas para toda la familia. Cintas como Shrek o The Lego Movie, son ejemplos de esto. La cuestión es que en estas películas, la comedia es la que reina, y no importa la edad que tengas, si un chiste es bueno, te reirás.


Entre el drama y la comedia, la que reina en Inside Out es la primera. Su historia trata sobre crecer y reconciliar las desilusiones de la vida. Si bien los momentos graciosos siempre están, la comedia es meramente situacional y no argumental. Hasta ahí todo bien. Muchas otras películas de Pixar también tienen un núcleo dramático como las espectaculares Up y Toy Story 3.

La diferencia es que el tema que maneja esta cinta no es tan plano y fácil como parece. No es un tema heroico, ni romántico. No trata sobre la lucha por estar con el ser amado, ni la aventura por salvar tal ser. Habla sobre crecer y la desilusión que viene con esto, y hombre, eso no es un tema tan fácil de manejar, ni mucho menos hacer arte sobre ello.

Por algo es que se has escrito tanto sobre el tema y todavía no deja de escribirse. Ni de hacer cine sobre ello.


Pixar pretende simplificar las cosas y hacer una película para niños concerniendo estos temas y creo que se quedan cortos. Porque si bien es divertido ver cómo se las ingenian para representar la conciencia, el acto de existir no es tan colorido como lo pinta el filme. No hay divertidas islas de la personalidad y tampoco existen representaciones antropomórficas de tus sentimientos que te acompañan. Si fuera así, la adolescencia no fuera tan jodidamente difícil.

Obviamente no les pido realismo a los productores, ni estoy clamando por depresionlandia. Eso ya no sería una película de Pixar. Pero si estoy diciendo que la única manera de tratar bien este tema es de manera realista. Sino, toda conclusión sobre este se queda a medias.

Y vuelvo al punto, porque la verdad, no veo a los niños entendiendo mucho por lo que la protagonista, Riley, está pasando, más allá de que se sienta triste. En la mente de un niño no existen ideas sobre depresión psicológica o escapismo del hogar (a menos que sea un hogar muy disfuncional). A su vez, no veo a los adultos relacionarse con la forma en que se da la resolución de problemas. Sabemos bien que los dolores de crecer no son cosas que se pasan en unos cuantos días, sino que es un proceso que nunca se deja de experimentar.


Tal vez estoy viendo muy adentro en el asunto. Tal vez las cosas no tengan que ser tan complicadas. Después de todo es una película para niños. Sin embargo, no puedo dejar de sentir que la película no concluye por ningún lado. No es una muy buena lección sobre crecer para los niños, ni tampoco una reflexión ingeniosa sobre crecer para los adultos. Es una historia dramática que a veces se las quiere dar de comedia.

Con todo esto no desmerito el trabajo de los animadores. Dejando de lado la parte temática, creo que Inside Out es tenazmente divertida e ingeniosa para conciliar su argumento con la consistencia científica de los escenarios que trata. No es la cinta más sólida del estudio de animación, pero es definitivamente un buen rato.

7/10

miércoles, 1 de julio de 2015

Les Amours Imaginaires de Xavier Dolan


El año pasado, el nombre del director quebequense, Xavier Dolan, hizo ruido en el mundo del cine cuando estrenó Mommy, película que compitió en varios festivales del mundo y fue laureada por la crítica. Tan solo este año fue estrenada en Colombia, durando estrictamente una semana en cartelera. Semana que aproveché la tan rara oportunidad que se da en el mercado nacional y corrí a verla. Ya había visto el trabajo anterior de Dolan, Tom à la ferme, el cual fue una experiencia bastante intensa que me dejo intrigado por el director, de la mejor manera posible.

Pues la cuestión es que el tipo es bueno. Muy bueno. No por nada su nombre ha ganado tanta notoriedad con cada filme que estrena, e impresiona más a la gente por lograr todo esto a su corta edad. Mommy fue genial: Un estudio de personajes maduro y cautivador, y es una lástima que cualquier entusiasta del cine se la haya perdido.

En esta ocasión quisiera hablar de la única película de él que se encuentra en Netflix ahora mismo (para que les quede fácil y la vean, sin apoyar lo indebido). Porque Les Amours Imaginaires, la segunda en la filmografía de Dolan, encasilla los aspectos que hacen tan disfrutable y fresco el cine de este señor.


La trama trata sobre dos amigos, Francis y Marie, quienes se enamoran del mismo sujeto: Nico, un ególatra rubio, intelectual liberal y calienta huevos de primera. La historia desarrolla la relación de Nico con nuestros protagonistas y explora como los sentimiento producto del deseo pueden deteriorar una amistad.

A simple vista la cosa suena simple. Tal vez, para las personas que todavía no viven en el siglo XXI, encontraran inusual ver a un personaje como Francis, que es abiertamente homosexual, pero si analizamos la premisa como tal, pareciera que estuviéramos frente a cualquiera de las tantas comedias románticas que Hollywood estrena cada año. Nada nuevo.

Pero antes que todo, hay que decir que el tema de la homosexualidad no es tomado superficialmente por Dolan. Siendo él mismo gay, gran parte de su cine trata retratar a la comunidad LGTBI por lo que son: Personas. No forma una caricatura del homosexual que vemos hoy, en día en medios que hacen un intento perezoso de ser políticamente correctos. Estos son personajes con problemas y sentimientos reales, o por lo menos, tan reales como Dolan los puedes escribir y hacer sentir por medio de la cámara.


De eso se trata su cine. De personas. Les Amours toma una situación que en manos de cineastas de visión corta no llega a ser más que una comedia mediocre, pero Dolan va más allá y decide hacer sus personajes y sus luchas internas, la parte central de la historia. No hay situaciones gratuitamente graciosas, ni líneas de diálogos ingeniosas que no aportan al conjunto. Drama real y crudo.

Con esto no estoy diciendo que la película no tenga humor. Tiene toneladas de este, pero no proviene de chistes flojos o forzados, sino de evidenciar el absurdo como característica principal de este tipo de situaciones. De cómo cambiamos nuestra manera de ser ante el deseo.

Y aun así, con todas estas características, el filme no es novedoso en cuanto a historia se refiere. Lo que evita que Les Amours se vuelva una más del montón es la aplicación de la firma visual de Dolan, quien no se limita a solo mostrar la acción por la que transcurren sus personajes, sino que trabaja la estética del filme de manera conceptual, sugiriendo emociones y cambiando perspectivas de situaciones. Dolan hace cine de verdad al descomponer la realidad y reformarla de manera particular frente a la cámara, en busca de generar una experiencia para el espectador.


Cuando la estética está a la servidumbre de la temática de un filme, creo yo, siempre tendremos un ganador. Esto enriquece la experiencia de manera superficial y profunda al mismo tiempo. El uso de la cámara lenta, el diseño de producción riguroso y específico inspirado en la moda y el uso de una paleta de colores de contrastes fuertes, son tan solo unos de los pocos recursos que Dolan utiliza a su disposición para entrar a la psiquis de sus personajes. Para entender sus experiencias y permitirnos relacionarnos con ellos, comprenderlos.

La filmografía del director emociona, como la de cualquier buen cineasta, y me deja a la espera de sus futuros proyectos. Mientras tanto denle una oportunidad a Les Amours Imaginaires o cualquiera de sus títulos, que si no les gusta, por lo menos alguna buena impresión debe dejarles.

8/10

La música es espectacular

jueves, 18 de junio de 2015

Jurassic World ¿Funciona?

Fucking Awesome

Si usted es tan quisquilloso como yo con las películas, sea porque está involucrado en la industria o porque simplemente es fanático, por favor, no se dé mala vida. Jurassic World no es una película perfecta, ni transcendental, ni mucho menos merecedora del reconocimiento artístico que otros muchos cineastas, respetuosos del medio, si merecen. ¿Le arde que la película haya tenido el mejor fin de semana de la historia? Allá usted, pero lo que sí le puedo asegurar es que la cinta es el equivalente a pasar un día festejando porque la selección de uno derrotó a un rival que nos debía una revancha. Es, simplemente, un buen rato.

Si eres fanático de la ciencia ficción dura, tampoco te des muchas esperanzas. Los que han visto la ya clásica Jurassic Park, sabrán que este no es el fuerte de la franquicia. Si constantemente se hacen preguntas como, porque los dinosaurios no tienen plumas, o como hacen los velociraptors para ser domesticados, van a pasar un mal momento. No, no se sabe cómo, siendo el ADN extraído de mosquitos prehistóricos atrapados en ámbar, se consigue material genético de animales acuáticos. No, tampoco sabemos cómo son capaces de crear un hibrido funcional y que sepa controlar su cuerpo como si tuviera súper poderes (De hecho intentan explicarlo, pero con razones que solo se las cree la mamá de los cineastas).


Ok ¿Ya aceptaste que no vas encontrar rigurosidad científica? Muy bien, ahora pasemos a la consistencia narrativa, porque el panorama tampoco es bueno. A pesar de que hay un intento de construir personajes dándoles ciertos contextos a estos, al final terminan siendo reducidos a instrumentos para avanzar la trama. ¿Qué los papás de los muchachos están pasando por un divorcio? No creo que eso importe cuando son perseguidos por el Indominus Rex. Ah, que la tía es la que dirige el parque; que coincidencia ¿Verdad? Y ¿En qué momento un soldado Marine se vuelve experto en comportamiento de dinosaurios, y además, tiene tiempo de involucrarse en un romance (Que no aporta nada a la trama)? Oh, pero por lo menos aprendí que los dinosaurios pueden comunicarse entre ellos por medio su propio, y para nada emparapetado, idioma que consiste en extraños rugidos y abrir la jeta los más que se pueda. Por supuesto, eso no fue al azar y conveniente para la trama.

Por cierto, ¿Podemos olvidar la subtrama en que quieren usar los dinosaurios como armas de guerra? Eso fue estúpido. Tanto, que ni me dan ganas de sarcástico sobre el tema.

No lo tomen a mal, no me estoy quejando. Solo señalo lo obvio; esta película sabe muy bien lo que es, y eso es un blockbuster. No entiende de consistencia narrativa, ni de propuestas intelectuales (o al menos coherentes), sino de escenas de acción divertidas y emocionantes y personajes los suficientemente carismáticos como para que nos importe un poquito lo que les pase, así estén vacíos por dentro. Efectos especiales a montones, frases fuera de lugar pero divertidas, y peleas entre monstruos prehistóricos al mejor estilo de las cintas de Kaijus como Godzilla, es lo que nos ofrecen aquí.


Y es divertido y es un muy buen rato. Porque a la final, de eso se trata esta franquicia. Si crees que la primera película es muy superior a esta y no tiene nada que ver con Jurassic World, te digo que estas equivocado. Esta película es el resultado de lo que Spielberg empezó a construir en 1993. Grandes espectáculos con efectos fenomenales. El famoso director siempre quiso empujar los límites del entrenamiento y buscó como hacernos sentir miedo y emoción al mismo tiempo, a escalas que nunca hemos imaginados.

En los noventa, el solo hecho de mostrar la imagen realista de un dinosaurio en cámara era de locos. Con el auge de los efectos generados por computadoras hoy en día, este tipo de cosas ya no nos sorprenden ¿Cómo superar eso? ¿Cómo siquiera, alcanzar el nivel de sorpresa de la primera película? No se puede, pero Jurassic World se acerca. Por lo menos en el sentido del espectáculo.


Es un filme exagerado y rápido y sin ganas de remplazar el asombro de la audiencia por sentido común. Es excelente en lo que hace, y a diferencia de otras franquicias impresoras de dinero (ejem… TRANSFORMERS), está si está bien editada y mantiene un ritmo emocionante y claro. Personalmente, adoro como le hicieron tributo a la cinta original y como reconocen sus propios origenes, no solo dramáticos, sino temáticos también. Hay líneas de diálogos en que esa carrandanga de escritores da entender en que basan su trabajo; en puro y simple espectáculo. Sin jerigonza especializada y sin dramas pesados. No es una película para darle 10/10, pero hey, son dinosaurios persiguiendo y comiendo gente.

6/10


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I would watch the shit out of this